Con coronas de flores y una trompeta que sonó con tristeza, los estadounidenses rindieron tributo el miércoles al presidente de la Guerra de Secesión, Abraham Lincoln, asesinado de un tiro hace 150 años.
Cientos de personas --algunas vestidas de época-- se reunieron frente a la "casa Petersen", donde el 16° presidente estadounidense falleció el 15 de abril después de haber logrado abolir la esclavitud. Se convirtió además en el primer presidente estadounidense en morir asesinado.
La noche anterior, Lincoln había asistido al teatro Ford, frente a la "casa Petersen", para ver una obra a la que también acudió John Wilkes, un simpatizante de la causa de los estados del sur que propinó un tiro en la cabeza al presidente, quien falleció a la mañana siguiente.
Varias decenas de músicos iban vestidos con el uniforme azul de la Unión. Entre ellos, un trompetista tocó "Taps" y luego sonaron las campanas de las iglesias de todo Washington, como lo hicieron hace un siglo y medio.