El viernes se inauguró el célebre Festival de Bayreuth, dedicado durante un mes a las obras de Richard Wagner, donde se ha destacado la ausencia, por primera vez en muchos años, de la canciller Angela Merkel.
La representación del "Tannhauser", puesta en escena por el alemán Sebastian Baumgarten, apenas había comenzado cuando una avería en el teatro obligó al público a salir durante más de una media hora.
Muchos curiosos se habían agolpado a lo largo de la avenida que lleva al Festspielhaus para contemplar la llegada de la elite política y social de Alemania en la velada de gala inaugural de "Tannhaeuser".
Algunos desafiaron al calor veraniego junto a los numerosos fotógrafos y camarógrafos para intentar ver a los célebres y famosos cuando eran recibidos por las jefas del festival, las bisnietas del compositor, Katharina Wagner y Eva Wagner-Pasquier.
El motivo oficial de la ausencia de la canciller, una ardiente admiradora de Wagner que ha asistido al festival desde antes de ser nombrada jefa de gobierno, en 2005, es un "problema de agenda".
El portavoz del festival, Peter Emmerich, insistió en que Merkel asistirá a un par de representaciones la semana próxima.