Por: Diana Zárate

Especial para EL NUEVO SIGLO

Los riffs de guitarras y los estribillos fuertes le dieron la bienvenida a más de 100 mil asistentes que se reunieron hoy en el Parque Simón Bolívar, para celebrar la apertura de los 20 años de Rock al Parque, una de las fiestas musicales más importantes de Latinoamérica.

La fidelidad del público metalero no se hizo esperar, pues no le importó hacer más de una hora de fila y entregar algunas de sus pertenencias, que eran restringidas, con tal de entrar y deleitarse con los mejores temas del género trash, death y black metal.

El metal siempre ha sido una de las mayores atracciones del Festival, pues cada año Idartes se encarga de traer a los mejores exponentes del género a nivel nacional e internacional, con bandas como: Apocalyptica, Anthrax, Acutor, Kilcrop, Fear Factory, Cannibal Corpse, Symphony X, La Pestilencia, Agony, Neurosis, Tenebrarum, Kraken, Masacre yentre otras, que han logrado además posicionar los sonidos fuertes como los maestros de ceremonias de Rock al Parque.

El amor y el compromiso por la música hoy quedó más que claro, entre jóvenes y adultos maduros reavivaron la verdadera esencia del rock y del mismo Festival, que en los últimos años había perdido asistentes, no solo por las lloviznas de la época, también por la calidad de agrupaciones.

Sin embargo, Rock al Parque hoy volvió más fuerte que nunca haciéndole justicia a los rockeros y metaleros capitalinos, y del interior del país, que ya comienzan abrir sus mentes frente a la multiculturalidad que le hace camino a la tolerancia de  agrupaciones emergentes, que año tras año luchan para ganarse un lugar en el Festival.

Fui testigo de la gran asistencia de cientos de amantes del género quienes le cantaron el cumpleaños número veinte a Rock al Parque, al ritmo de voces guturales movimientos de cabeza y pogo.

La invitación es para que asistan a celebrar el vigésimo aniversario de Rock al Parque, que continuará este puente entreteniendo y difundiendo los mejores sonidos del género, con diversos repertorios de bandas emblemáticas y progresivas, que no pararán hasta hacerlos vibrar de emoción.