Ballet Real del Rusia trae esta majestuosa obra. Cristian Sandu, director musical y bailarina Nika Tskhvitariia, hablan sobre ésta
En 2007 Cristian Sandu, director de orquesta, estudiaba en San Petersburgo y fue a ver 'El lago de los cisnes' al afamado Teatro Mariinsky de esa ciudad, el histórico escenario donde se ha presentado la mejor ópera y ballet en Rusia. Esa vez, pidió a Dios que le permitiera, algún día no muy lejano, dirigir esta obra maestra compuesta por Pyotr Ilyich Tchaikovsky. Por fortuna, para el músico graduado de la Academia de Música Gheorghe Dima en Rumania, su sueño se hizo realidad en Bogotá, Colombia. El Teatro Colón presentó el afamado espectáculo de ballet completo con el Ballet Real de Rusia en el escenario y el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia.
Por la misma época en que le nació el deseo por dirigir 'El lago de los cisnes', Cristian visitó por primera vez el país para dirigir conciertos de ópera en siete ciudades, algunas que recuerda son Bogotá, Cartagena, Cali, Neiva y Medellín. “Cuando vine, inmediatamente me enamoré de Colombia. Me gusta todo, la comida, la naturaleza, el estado anímico de la personas. Ustedes son muy felices, tienen algo que es prístino, que no ha sido tocado, en cambio en Europa las cosas son muy diferentes”, señala Cristian.
Para Oksana Gordiaka, la productora del evento, 'El lago de los cisnes' "es una obra famosa a nivel mundial, muchas veces escuchamos su música en televisión y en cine, otras veces solo se presenta el espectáculo de ballet; pero esta vez queríamos traer a Colombia el espectáculo con orquesta en vivo, tal y como sucede en el Teatro Mariinsky y como se ve el ballet originalmente”.
Es la primera vez que se presenta en conjunto una compañía de ballet internacional con músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia y que el público colombiano pudo ver la versión completa de 'El lago de los cisnes', pues generalmente se presentan uno o dos actos. “Esta es la versión original de cuatro actos, pero se puso toda la música en tres para hacerla más corta”, explica Cristian.
Uno de los grandes retos que tuvo el director musical, quien es también conductor de la Orquesta de la Ópera y del Ballet Nacional de Rumania, fue trabajar con los músicos colombianos: “Es muy difícil para los músicos seguir el movimiento, sin tener una imagen frente a los ojos, el movimiento que debes acompañar. Pero poco a poco los músicos entendieron luego de contarles la historia, el ritmo que tiene, el hacer esto y no lo otro. Eso fue muy importante para prepararnos”, asegura Cristian.
En el escenario debe existir una simbiosis entre la orquesta y los bailarines. Cristian asegura que usa los pies de estos bailarines como si fuera su brazo cuando está dirigiendo. “Esa es la belleza y por eso me gusta dirigir ballet, porque debes atrapar la expresividad y el carácter de los movimientos en el escenario para ponerlo en la orquesta”.
En escena actuaron 30 bailarines graduados todos de la Academia Vagánova de Ballet de San Petersburgo, una de las más importantes del mundo que institucionalizó el “método Vagánova” de enseñanza del ballet, que mezcla los métodos europeos con el de Rusia, y le ha dado el carácter distintivo al ballet ruso evidenciado en la exigencia coreográfica y la sutileza del movimiento del cuerpo. Entre ellos están tres artistas consagrados de talla internacional que se presentan seguidamente en el Teatro Mariinski e interpretan a los personajes principales: Alexander Volchkov, quien interpreta a Sigfrido y es bailarín principal del Bolshoi Ballet, una compañía de ballet clásico de renombre; Iván Sitnikov, apodado el heredero de Alexander Godunov por contar con la misma estatura y estilo de la leyenda del ballet, y Nika Tskhvitariia, quien interpretá el personaje dual de Odette y Odilia, los dos cisnes.
“Es muy importante este personaje porque para interpretarlo se deben sentir estas dos personas, la buena y la mala. En cada persona vive esta dualidad, pero creo que el bueno siempre triunfa sobre el malo, tal como en sucede en esta obra. Es un reto mostrar que el amor puro y bueno siempre triunfa por encima del malo”, afirma Nika.
La magia detrás de la obra
Para esta ocasión se usó los bocetos originales del vestuario y la escenografía que fue empleada para el estreno de la obra en San Petersburgo en 1895. Esa vez 'El lago de los cisnes' fue considerado un fracaso por la crítica rusa, pues aseguraban que la música y los movimientos eran muy complejos. Sin embargo, hoy es considerada una obra maestra representativa del ballet ruso. De hecho, tiene muchos referentes en la cultura popular, como por ejemplo la película 'El cisne negro' de Darren Aronofsky y el último sencillo de BTS, la banda fenómeno de k-pop (pop coreano).
En un escrito de 1923, Akim Volynsky, crítico literario ruso, periodista e historiador del arte que se convirtió en el crítico de ballet más prolífico de San Petersburgo a principios del siglo XX, asegura que existe una curiosidad filológica en esta obra: “El cuello de cisne es uno de los epítetos favoritos de la belleza femenina, [...] el sustantivo cisne, que es masculino, le agregamos un adjetivo femenino. De manera intuitiva las personas deducen que reside un alma femenina dentro del cisne”. Para el crítico la imagen del cisne es la idea central de la “creación inmortal” de Tchaikovsky.
“Es una historia acerca del amor, de la vida. La metáfora de la historia la encontramos en nuestro día a día. Es muy hermoso también ver que el cuerpo humano pueda estar tan lleno de expresión y sensibilidad. Y, por si fuera poco, la música es preciosa”, asegura Cristian. “Creo que una de las cosas que debe hacer uno antes de morir es ver 'El lago de los cisnes'”. /Agencia Anadolu