Llegó laNochebuena, un encuentro especialmente familiar para estrechar lazos y compartir con los seres más queridos. Esta celebración cristiana reúne a millones de personas en todo el mundo alrededor del nacimiento de Jesús.
Cada 16 de diciembre los católicos empiezan a seguir el recorrido del camino de José y María previo al nacimiento de Jesús. La mula, el buey, las ovejas, los pastores y los Reyes Magos se ubican para contemplar el evento más importante de la fe cristiana. Pero, ¿cómo llega a conformarse esta escena?
Esta humilde familia, ejemplo de amor y fe, recorrió durante nueve días el pueblo de Belén buscando posada en algún hogar para dar a luz al hijo de Dios. Fueron días y noches enteros de camino en los que se cerraron tantas puertas frente a ellos. Sin embargo, la humillación que vivieron a causa de su pobreza no logró en ningún momento turbar la tranquilidad que les daba la llegada del Niño Dios.
Finalmente salieron de ese inhóspito pueblo para instalarse en una gruta ubicada en las campiñas de Belén. Con los animales y los ángeles como testigos, llegó a este mundo el Divino Niño, tan esperado, vaticinado y deseado durante cuatro mil años; un 24 de diciembre como hoy, a medianoche.
Pero se dice que los pueblos cristianos del mundo empezaron a adoptar la tradición de representar el pesebre (también llamado belenismo, nacimiento, misterio, portal o pasito en diferentes países de habla hispana) desde 1223 por una idea de Francisco de Asís en el pueblo de Greccio, Italia.
El santo de la humildad y la pobreza presentía que ese año sería su última Navidad con vida, así que quiso celebrarla de una manera especial: recreando la noche del nacimiento del Niño Jesús en Belén. Entre la gente del pueblo, Francisco y Juan Velita, dueño de un bosque en Greccio, escogieron algunas personas para que representaran a María, a José, y a los pastores; les hicieron prometer que no dirían nada a nadie antes de la Navidad, y, siguiendo el relato del Evangelio de San Lucas, prepararon la escena del nacimiento.
Ya en la noche, mientras todos celebraban la Navidad, las campanas del pueblo empezaron a sonar sin parar; todos salieron de sus casas para ver qué pasaba y se encontraron con una sorpresa mayor: la escena del nacimiento de Jesús, estaban frente al cuadro de la primera Navidad de la historia. Francisco de Asís murió tres años después dejándole a la humanidad esta tradición.
Hoy para los colombianos el Niño Dios se ha constituido en una de las creencias más transparentes y bellas que conserva la Navidad. Cada año los niños le escriben cartas a este personaje, pidiéndole buenos deseos y regalos por haberse portado bien.
Sin embargo, la entrega de regalos surge originalmente como una alusión a las ofrendas que le llevaron los Reyes Magos al recién nacido el 6 de enero. Por eso, la mayoría de países europeos continúa realizando esta tradición en esta fecha, y no durante la Nochebuena. Sin embargo, cuando los reyes llegaron a conocer al Divino Niño no se encontraron con un pesebre, sino ya en una casa. Sabían que ese era el niño porque la estrella que habían descubierto los guió hasta allá.
Con las variables que surgen a través de los años y las diferentes culturas, la representación del nacimiento de Jesús sigue fortaleciéndose cada año como un encuentro espiritual y una excusa para el reencuentro familiar.