Fragmentos de cuatro grandes clásicos del arte lírico y el ballet universal llevarán a los espectadores del Teatro Cafam a la Italia de la ópera con la presentación de “Antología Intercontinental de Arte Escénico”.
Se trata de una selección de arte y cultura que reúne tres continentes, con participación de artistas del Cairo Opera House de Egipto, del Teatro Colón de Buenos Aires, La Ópera de Roma, solistas de Italia, Alemania, Ucrania, y gran participación de talento colombiano.
Dentro de las estrellas que integran este gran espectáculo se destaca la participación del conde Giuseppe Tedeschi, una de las grandes figuras de la cultura europea, pintor, académico, maestro de música, coros y orquesta, quien viene por primera vez a Colombia para colaborar como formador del coro de artistas ibaguereños que harán parte de la puesta en escena de las óperas “Aida” y “Carmen”.
EL NUEVO SIGLO dialogó con Tedeschi sobre su trayectoria como gestor cultural y diplomático de la Santa Sede del Vaticano y su participación en esta puesta en escena, que tendrá lugar los días 29 y 30 de este mes.
EL NUEVO SIGLO: Durante su trayectoria ha recorrido diferentes disciplinas artísticas, ¿cómo llegó a su vida la pintura y la música?
GIUSEPPE TEDESCHI: Creo que el crecimiento de un artista y de una vida cultural comienza desde el nacimiento. Empecé a involucrarme con el arte antes de aprender a hablar y caminar, pero mi carrera como tal comenzó a mis 14 años en el Palacio de Exposiciones en Roma. Me llamaban mucho la atención las exposiciones que llegaban allí a esa edad, de los superimpresionistas, y así me involucré en el arte en varios perfiles.
ENS: En este mes estará conectado nuevamente con la música, con la “Antología Intercontinental del arte ópera y ballet”, ¿cuáles han sido los compositores que ha admirado en su carrera?
GT: Creo que los inicios de la música como la conocemos fueron con la música sacra. Los estudiosos de este género fueron los primeros que hicieron la división en lo que conocemos como notas para lograr un estudio de la música en general. Pero mis compositores preferidos son Rossini, Verdi y Mozart.
ENS: ¿Cuáles han sido las mayores satisfacciones que le ha dejado el arte en todas sus expresiones?
GT: La más grande satisfacción que tengo está en el alma y también es cotidiana. Vivo la música, he vivido siempre de ella y eso es lo que más me satisface: dirigir, cantar, ser polifacético en cuestiones de música.
ENS: Desde hace más de 40 años es consejero cultural y diplomático de la Santa Sede del Vaticano, ¿cómo ha sido esta etapa de su vida?
GT: Uno de los pilares de la diplomacia han sido mis relaciones con la Santa Sede. En mi historia de más de 40 años en la Santa Sede, en el área diplomática, puedo decir que formo parte de una comisión muy antigua que se encarga, cuando hay visitas de Estado al Santo Padre, de recibir a los jefes de Estado y hacer la labor diplomática de esa recepción y presentárselos al Santo Padre.
Lo que realmente me ha dejado una huella es ver la reacción de los jefes de Estado, de personas tan influyentes en el mundo ante el arte que existe en la Santa Sede y también la oportunidad de relacionarme con ellos. Eso ha sido muy importante para mí durante estas cuatro décadas.
ENS: Usted se mueve frecuentemente en entornos culturales, ¿cómo vivió la experiencia de la pandemia?
GT: Esta fue una prueba de fortaleza que afortunadamente la superamos, aunque mucha gente falleció. En la Santa Sede, que generalmente hay tantas personas que van a visitar al Santo Padre, se vivió una situación inolvidable; recuerdo que en la Semana Santa de ese año, el Santo Padre dio la misa en la Catedral de San Pedro y la plaza estaba completamente vacía, luego ingresamos a la Capilla Vaticana y éramos muy pocas las personas que estábamos dentro. Teníamos un sentimiento de soledad, pero considero que todo esto nos fortaleció, que la humanidad ha pasado por muchas otras pandemias durante muchos siglos en la historia y eso nos debe fortalecer.
ENS: ¿Cómo ve la reactivación cultural en el mundo?
GT: Considero que pasada la pandemia nos dimos cuenta de lo mucho que afectó el sector cultural al mundo entero, de lo pobre que es la cultura, en el sentido económico; tantos teatros que quedaron afectados, como el Teatro de la Ópera de Roma, por falta de presupuesto.
Me parece que la pandemia dejó ver algo que estaba escondido detrás, que es este problema de la cultura, de la falta de presupuesto, de apoyo de los gobiernos para la lírica, por ejemplo, que como la conocemos nació en Italia. Esto dejó ver que el arte y la cultura son las expresiones más amplias del ser humano y que se deben apoyar porque crean resiliencia y son la fuerza interna en el ser humano.
ENS: Llega a Colombia para colaborar con la puesta en escena de “Aida” y “Carmen” en uno de los escenarios bogotanos más importantes, ¿qué representan estas obras para la ópera universal?
GT: La palabra “ópera” en italiano significa obra, así que como un juego de palabras la ópera “Aida” fue encargada para una gran obra, para inaugurar el Canal de Suez, una de las obras más importantes que la humanidad ha visto. En ese momento le encargaron al maestro Verdi que hiciera algo universal, que con la música se recordara la apertura de este Canal que es tan importante para el tránsito marino, aún en nuestros días.
Por su parte, “Carmen” representa la libertad. Es una mujer verdaderamente libre en toda su expresión. Es una ópera que es ambientada en España, pero realmente es de un compositor francés y es una obra también universal.
En esta antología que se presentará en el Teatro Cafam, también traeremos ballet, fragmentos de “El lago de los cisnes” y de “Don Quijote”, lo cual complementa esta puesta en escena. Por eso quise contribuir a este evento, porque se presentan cuatro títulos de obras del arte universal, son fragmentos porque son obras originalmente muy largas.
ENS: ¿Qué expectativas tiene de esta puesta en escena que se presentará en el Teatro Cafam?
GT: Para mí Colombia, que lo visito por primera vez, es un país que llevo en mi corazón hace mucho tiempo, hace décadas, debido a que tuve una gran amistad con un embajador colombiano en el Vaticano, y él me enseñó a amar a Colombia. También he tenido la oportunidad de conocer a varios presidentes, de recibirlos en el Vaticano y, por ese motivo, ellos me han contado la belleza de Colombia, como país, como parte de nuestra gran patria latina que la conformamos todos los que tenemos nuestras raíces latinas. Adicionalmente, en la parte cultural, me siento muy honrado de ser invitado de esta suma de talentos que hay acá porque es una labor muy tesonera la que estamos acometiendo, juntando todos estos elementos importantes para dar una bella muestra de arte para el público. Me siento muy honrado de estar en Colombia.
ENS: ¿Qué proyectos tiene ahora en el radar?
GT: Creo que la parte más linda de mis planes a futuro es que he sobrevivido a tantas cosas. Justamente desde principios de este año estamos con unos proyectos grandes con la Ópera de Ucrania, los cuales desafortunadamente por la situación conocida quedaron truncados. Esperamos que esa situación se supere, como el ser humano ha hecho con tantas situaciones tan adversas en la vida, y con seguridad seguiremos adelante con estos planes.
Hubo muchas cosas que quedaron detenidas por la pandemia, entre ellas cuadros por pintar y muchas cosas en la lírica. Tengo muchas ganas de seguir viviendo y ojalá el público disfrute de esta puesta en escena. Quiero poner desde ya, entre mis planes, volver a Colombia.