Los malos hábitos a la hora de dormir son la causa de las molestias más comunes que sufren las personas en su día a día, como cansancio, desconcentración, dolores de cabeza, cuello y espalda, cefalea tensional, poco rendimiento en el trabajo, irritación y cambios de humor. Estas derivaciones hacen que paulatinamente la salud se deteriore. Incluso, dedicar más tiempo en la noche a ver televisión o utilizar dispositivos electrónicos, trabajar o estudiar hasta la madrugada, hacen que los ciclos del sueño se alteren y causen efectos más perjudiciales.
El portugués Fernando Matos Simões, asesor en tecnología del sueño y descanso para Americana de Colchones y experto mundial en esta temática, explica cuáles son las razones de dormir mal y destaca la importancia de respetar cada etapa del sueño para beneficio del cuerpo, además expone algunas recomendaciones para lograr un descanso natural y vital.
Las personas no duermen la misma cantidad de tiempo
Matos indica que un 5% de la población mundial necesita menos de 5 horas de sueño mientras que otro 5% necesita más de 10 horas y el 90% restante requiere entre 7 a 8 horas de sueño. Esto sucede porque esta gran mayoría dedica más tiempo pasando por las dos primeras fases de sueño (sueño ligero y sueño superficial) para alcanzar el sueño profundo reparador (etapa N3), que es la etapa donde el cuerpo consigue la relajación máxima y descanso vital para recuperar la energía de un día.
Despertar y seguir cansado
Las personas que duermen de lado sobre un colchón duro ejercen presión sobre el brazo causando que en determinado tiempo la extremidad supere los 28 milímetros mercurio de presión, por esto la sangre deja de circular en los vasos capilares y el brazo se duerme. La reacción del cuerpo es cambiar de posición y es ahí cuando el sueño se interrumpe. Una persona puede repetir este ejercicio inconscientemente hasta 100 veces en la noche, afectando la calidad del sueño y despertando cansado por tantos cambios de posición, a pesar de pasar varias horas “durmiendo”. Por esto es recomendable dormir sobre un colchón medianamente blando que se acomode a los 4 puntos de mayor presión del cuerpo (cabeza, espalda, cadera y pies) adaptándose a las formas y peso para que el cuerpo realmente repose y alivie las presiones, logrando que la persona llegue y se mantenga en el sueño profundo reparador y permanezca la mayor parte de la noche sin tener que hacer movimientos involuntarios.
El sueño perdido no se recupera
Hay quienes tratan de recuperar horas de sueño durmiendo más horas en la mañana o dedicando un fin de semana creyendo que pueden nivelar el descanso, sin embargo Fernando Matos destaca que el tiempo de sueño no se recupera. El cuerpo está diseñado para producir melatoninacuando oscurece y lo prepara biológicamente para dormir, igualmente produce seratonina cuando aparece la luz del día y lo prepara para despertar. Las personas que intentan dormir en la mañana, medio día o tarde, lo hacen en vano porque el cuerpo y el cerebro saben biológicamente que es tiempo de producir energía y no están en la fase de sueño profundo reparador, que es el que realmente brinda el descanso.
Es vital entender que “1/3 de la vida dormimos y ese tercio comanda las otros dos tercios. El secreto de las personas que necesitan menos horas es que necesitan de menos fases de sueño superficial porque al acostarse llegan casi directamente al sueño reparador N3”,aseguró Matos.
Soñamos 4 o 5 veces cada noche
Permanecer en la etapa del sueño profundo reparador, que representa de un 20 a 25% de un ciclo de sueño en una noche, es vital porque además de ser el momento pleno del descanso natural que el cuerpo necesita para reparar tejidos, fortificar la memoria y organizar los pensamientos;también permite pasar directamente a la fase REM, que es la etapa máxima de descanso donde la persona sueña hasta 5 veces en una noche. “Esta etapa es clave para el mantenimiento del cerebro y todos los órganos, es una función fundamental para el cuerpo y mente”, destaca Matos.
El espacio vital para el descanso natural
Al ambiente adecuado para dormir se le debe prestar el máximo de atención.El también asesor mundial para Americana de Colchonesagrega que el espacio ideal para cada persona en la cama debe ser 90 centímetros de ancho, 15 centímetros arriba de la cabeza y 15 centímetros más abajo que los pies. Igualmente se deben alejar los aparatos tecnológicos por sus luces y ondas, así como evitar el ruido del televisor que prorroga cada vez más el sueño superficial. No es recomendable utilizar blackout porque en la mañana es difícil que el cuerpo identifique la luz natural que prepara al cuerpo para despertar.
“Pero también es muy importante saber despertar bien” Matos
Al salir de la cama, la persona no debe hacerlo de afán porque la sangre en la cabeza ha estado en reposo por muchas horas y puede causar mareos. En cuanto a posición, no debe levantarse de frente y con las piernas estiradas porque comienza el día haciendo una mala fuerza. Lo más adecuado es primero recoger las piernas y levantar el torso de lado con la ayuda de los brazos y manos, mientras las piernas van saliendo de la cama y apoyándose en el piso.
Hay quienes tratan de recuperar horas de sueño durmiendo en la mañana o dedicando un fin de semana creyendo que pueden nivelar el descanso. Sin embargo Fernando Matos destaca que el tiempo de sueño no se recupera.