El “Día Mundial del Docente” tiene lugar cada 5 de octubre desde 1994, al conmemorarse el aniversario de la firma de la recomendación conjunta de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Unesco, relativa a la situación del personal docente (1966). En ella se imparten las responsabilidades y derechos de los docentes, desde su contratación y desarrollo profesional hasta sus condiciones de enseñanza.
Todos los años la Unesco organiza una celebración y este año estará bajo el lema “Docentes: liderar en situaciones de crisis, reinventar el futuro”.
Asimismo, durante el año los docentes de cada país tienen su festejo local en diferentes meses del año. Por ejemplo, en septiembre tuvo lugar la celebración en Argentina con motivo del homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, durante mayo se realizó en Colombia y México, por la proclamación del papa Pío XII a San Juan Bautista de La Salle como patrono universal de todos los educadores y por la toma de Querétaro respectivamente. Así sucesivamente en el resto de los países de Latinoamérica se reconoce a quienes dedican su tiempo a la educación de los futuros ciudadanos.
En el proceso de educación remota de emergencia que ocurrió debido a la COVID-19, diversos estudios afirmaron que más del 90% de los docentes trabajó más o mucho más a partir de la cuarentena y le dedicó tiempo extra a la búsqueda de recursos en línea, a aprender a usar las plataformas, a grabar y editar sus propios videos, reorganizar contenidos y diseñar nuevas evaluaciones. Es así como los educadores han logrado transformar esta cuarenta en una oportunidad de aprendizaje en la mejora del manejo de la tecnología.
Los docentes no están solos en esta tarea tan compleja. Hoy en día las instituciones educativas comenzaron a implementar el rol del líder educativo como coach para acompañarlos. Estos líderes educativos -que incluye desde el equipo de directivos, jefes de departamentos, hasta coordinadores- se transforman en coach para acompañar el desarrollo profesional de los maestros y profesores. Como resultado se obtiene un nivel elevado de retención docente, viéndose mejorada su motivación y participación en los colegios.
El compromiso de los docentes es esencial para la efectiva y significativa tarea áulica y los líderes educativos deben motivar a los docentes para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea eficaz. En este contexto tan particular, podemos situar al coaching en una herramienta ideal para la mejora de la formación y el desarrollo de los maestros, profesores y formadores en general. Es así como el coaching implementado en las instituciones educativas, permite realizar un acompañamiento a los docentes en su crecimiento profesional y al mismo tiempo, lograr altos niveles de compromiso.
En resumen, es importante reconocer una vez más en esta fecha a los educadores que ahora no solo enfrentan el desafío de repensar sus próximas clases- presenciales o bajo un modelo híbrido- sino también en planificar las actividades sociales y lúdicas para mejorar la convivencia escolar a través de la construcción de vínculos, luego de una prolongada ausencia presencial.
* Mg en Educación, Responsable de Desarrollo Regional para América Latina del Bachillerato Internacional (IB)