Actualmente es muy común escuchar la expresión “el clima está loco” pero también la gente adquiere nuevas costumbres bastante descabelladas con esta inusual temporada de calor en Bogotá se ven jóvenes bronceándose en terrazas y parques; personas con ropa para clima caliente en las calles sin la protección adecuada.
Estos comportamientos constituyen riesgos ya que los bogotanos no solo están soportando altas temperaturas, sino niveles de radiación solar peligrosos, que exponen a algunas personas a deshidratación, quemaduras y cáncer de piel.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, en las próximas dos décadas se producirá más de 250.000 muertes adicionales anuales a las que ya ocurren por factores similares.
Para la dermatóloga Claudia Morales directora científica de Dermosalud, un centro de excelencia en cuidado de piel, la forma adecuada para tomar el sol es: “exponerse al sol únicamente antes de las 10 am o después de las 3 pm utilizando siempre un producto antisolar en áreas expuestas como cara y cuello.
Debe ser un protector solar medicado con factor de protección (SPF) mayor a 30. Debe aplicarse diariamente y dependiendo de la exposición que se vaya a tener en el día debe reaplicarse las veces que sea necesario. Cuando se está expuesto a una radiación intensa, el protector debe aplicarse por lo menos cada dos horas. No sólo es importante el número de veces que se utiliza sino la cantidad de protector que se usa”.
Adicionalmente se debe evitar broncearse ya sea directamente bajo el sol o en cámaras bronceadoras. También es importante tomar líquidos frecuentes para estar hidratado y tener a disposición gorras, sombrillas y ropa para protegerse. Padres y cuidadores deben cuidar la piel de bebés y niños.
Por último, no debemos olvidar que el sol es indispensable para activar la vitamina D en la piel, lo que previene la osteoporosis y que es fundamental en la regulación del sistema inmunológico. Sin embargo, se requiere una dosis mínima para conseguir este efecto: es suficiente exponerse 10 minutos al sol tres veces por semana con una exposición de brazos y piernas antes de las diez de la mañana.