Cuba ampliará a partir del 4 junio el acceso a internet, con la apertura de 118 salas de navegación en la isla, aprovechando un cable submarino de fibra óptica tendido desde Venezuela, pero el acceso masivo a la red seguirá restringido, informó este martes el Ministerio de Comunicaciones.
"A partir del próximo 4 de junio de 2013 se ampliará el servicio público de acceso a internet a través de 118 salas de navegación" que se abrirán en las principales ciudades, a las cuales "se irán incorporando paulatinamente" otras, según una resolución del Ministerio publicada en la Gaceta Oficial y en medios locales.
La resolución establece que cualquier persona podrá contratar en esas salas o en las oficinas de la empresa de telecomunicaciones Etecsa cuentas de acceso a internet por 4,50 dólares la hora (ahora cuesta 6 dólares) y de correo electrónico (1,50 dólares, mantiene su precio).
A estos servicios "solo se podrá acceder desde las salas de navegación", según la resolución, lo que descarta la instalación de conexiones a internet en los hogares, como en los demás países de América Latina.
En la isla existen ahora más de 200 salas públicas de internet en hoteles. También hay acceso a correos electrónicos en oficinas postales.
Cuba reporta uno de los niveles más bajos de acceso a internet en América Latina. El número de usuarios de la red fue de 2,6 millones en 2011, en una población de 11,1 millones, según estadísticas oficiales.
La isla tiene restringido el acceso a internet aduciendo el limitado ancho de banda de la conexión satelital que empleaba antes del cable tendido desde Venezuela entre 2010 y 2011, que comenzó a ser usado en forma experimental en enero. Cuba está impedida de conectarse a otros cables internacionales que pasan cerca de sus costas, debido al embargo de Estados Unidos, vigente desde 1962.
El gobierno comunista afirma que por esta limitación prioriza el "uso social" de internet en escuelas, universidades, centros de investigación y otras instituciones estatales de la isla, donde sólo tienen acceso a la red en sus hogares los médicos, periodistas y otros profesionales.
Pero los opositores señalan que ésta es otra forma de censura en el país, donde todos los medios de comunicación son controlados por el Estado.