Los centros de toxicología de Estados Unidos detectaron un fuerte aumento de los accidentes causados por cigarrillos electrónicos, implicando principalmente a niños que manipularon el líquido que contiene la nicotina inhalada por los consumidores de los "e-cigarettes".
El número de llamadas recibidas por los centros por este tipo de intoxicación se ha incrementado de uno por mes en septiembre de 2010 a 214 por mes en febrero de 2014, anunciaron el jueves las autoridades estadounidenses.
En total, entre estas dos fechas, los cigarrillos electrónicos provocaron 2.405 llamadas a los centros de toxicología, frente a unos 16.248 accidentes con cigarrillos tradicionales, como la ingestión de tabaco por los niños.
Más de la mitad de las llamadas recibidas a causa de los cigarrillos electrónicos involucraban a menores de cinco años que habían ingerido, inhalado o derramado el líquido en la piel o los ojos. La mayoría sufría de náuseas, vómitos o irritación de los tejidos.
Una persona se suicidó al inyectarse el producto en la sangre, de acuerdo con los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC).
El cigarrillo electrónico está constituido por un matraz en el que una mezcla de nicotina y sabores frutados o dulces son calentados a temperatura baja por una pequeña resistencia y inhalada por los fumadores.
"Este estudio es otra luz roja sobre los nuevos cigarrillos electrónicos: el líquido que contiene la nicotina puede ser peligroso", señaló el director de los CDC, Tom Frieden. "El uso de estos productos aumenta y el envenenamiento continuará", agregó.
Los fabricantes de cigarrillos electrónicos no están obligados a hacer matraces que respeten las normas de seguridad para niños. En Estados Unidos, los "e-cigarettes" no están sujetos a las regulaciones que tienen los cigarrillos tradicionales.
Los menores de 18 años también pueden comprar estos productos legalmente. Según los CDC, 1,78 millones de estudiantes universitarios y de secundaria de Estados Unidos probaron su primer cigarrillo electrónico en 2012.