Jack Andraka pasó de ser un típico adolescente estadounidense sin conciencia alguna del páncreas a un joven científico por haber hallado una forma barata de detectar cáncer en ese órgano antes de que se vuelva mortal.
"Con internet, cualquier cosa es posible", dijo Andraka mientras contaba la historia de su hallazgo en la conferencia TED sobre innovación, que se realiza esta semana en Long Beach, en el sur de California.
"Hay mucho más que publicar fotos de uno mismo con cara de pato", dijo el miércoles, cuando presentó su TED Talk en la prestigiosa cita que promueve el avance de la ciencia y la tecnología.
"Si un joven de 15 años que no sabía qué era el páncreas pudo encontrar una manera de detectar un cáncer de páncreas, imagínese lo que ustedes podrían hacer", agregó.
Andraka, quien cumplió 16 años en enero, contó cómo hace tres años empezó a navegar en internet para buscar información sobre el cáncer de páncreas después de que un querido amigo de su familia murió de esta enfermedad.
Entonces, dijo, se sorprendió al enterarse de que generalmente este cáncer se detecta demasiado tarde como para salvar al enfermo. Además, la prueba utilizada para diagnosticar esta enfermedad tiene 60 años, agregó.
"Es más vieja que mi papá", bromeó Andraka, para quien lo más grave es que es "costosa, imprecisa" y supone que un médico tenga una sospecha muy grande de cáncer para solicitarla.
Lo que se necesitaba era una prueba barata, rápida, simple y efectiva, pensó entonces.
"Sin inmutarme por mi optimismo adolescente, consulté a los dos mejores amigos de un adolescente: Google y Wikipedia", dijo Andraka.
Así encontró que hay miles de proteínas que pueden ser detectadas en la sangre de las personas con cáncer de páncreas y buscó una que podría servir como indicador temprano de la enfermedad.
"Por último, en el intento número 4.000, cuando ya estaba perdiendo la cordura, encontré la proteína", dijo Andraka.
La revelación se produjo en lo que describió como un lugar poco probable: una clase de biología de secundaria a la cual no estaba prestando atención.
"Me puse a leer un artículo sobre los nanotubos (estructuras tubulares con un diámetro del tamaño del nanómetro) a escondidas debajo de mi escritorio, mientras se suponía que tenía que prestar atención a los anticuerpos", recordó Andraka.
"De repente me di cuenta de que podía combinar lo que estaba leyendo con lo que se suponía que debía estar escuchando".
Según él, la receta para hacer sensores de papel para detectar la proteína - mesotelina - en la sangre es "casi tan simple como hacer galletitas con chispas de chocolate, que me encantan".
La prueba cuesta tres centavos de dólar, toma unos minutos y tiene aparentemente un 100% de precisión, según dijo en la conferencia TED.
Andraka dijo que envió 200 solicitudes a laboratorios científicos para poder continuar su trabajo. Todos lo rechazaron, menos la Universidad Johns Hopkins, donde pasó por un durísimo interrogatorio antes de ser aceptado.
Finalmente pudo continuar su investigación, que le valió el gran premio de la feria internacional de ciencia ISEF 2012 (Intel International Science and Engineering Fair), la mayor competición internacional de ciencia a nivel preuniversitario.
Andraka dijo que su hallazgo tiene el potencial para ser adaptado para detectar otras formas de cáncer, así como enfermedades del corazón o VIH/sida.
En la actualidad, el joven dijo que trabaja en "algo del tamaño de un terrón de azúcar" que podría "mirar a través de la piel" y analizar la sangre o signos de cualquier enfermedad. ¿El costo? Unos cinco dólares.
AFP.