Estamos viviendo una situación histórica. ¿Cómo íbamos a imaginar que experimentaríamos tan de cerca una situación digna de película y que tendríamos que hacer frente a una pandemia internacional, en la que todos estamos en el mismo barco?
Estar en casa sin salir, sin ir centros comerciales, de compras, ni al gimnasio, ni al fútbol, y además, estar todos en casa en espacios pequeños, con niños, teletrabajando, y ejerciendo de profesores para que no pierdan el curso. Eso sin contar, con los pensamientos catastróficos de si vamos a morir todos, de si voy a cogerlo, qué va a pasar con mi trabajo, cuál va a ser el futuro en el trabajo, como empresarios que puede suceder con sus empresas...
¿Cómo sobrellevar estos días? Para darte unas grandes recomendaciones hemos querido hablar con los expertos de Úrsula Calvo Center.
Claudia Rodríguez, Experta en Coaching, Inteligencia Emocional y PNL por la Universidad Rey Juan Carlos; Facilitadora de PSYCH-K; Master University Robbins (Life Mastery, UPW, Wealth Mastery y Date with Destiny) con Tony Robbins, el mejor coach del mundo; Estudiante de Psicología en la Universidad Autónoma de Madrid); en declaraciones a Europa Press nos da unas grandes pautas para estos días que en lugar de ser difíciles pueden ser un gran momento y como, según la situación que nos venga, podemos cambiar esos pensamientos negativos que suelen pasarnos por la cabeza:
Una y otra vez la vida nos demuestra que, por más que nos empeñemos, no tenemos ningún control sobre ella. Y esto no significa que no podamos hacer nada.
La realidad, lo que Es, es que tendremos que pasar mucho tiempo (y no tenemos ni la más remota idea de cuánto) en casa, aislados al máximo. Así que, llegados a este punto, tenemos dos opciones: aceptar la situación y decidir aprovechar lo que sucede a nuestro favor (en la medida en que podamos), o pasar esta temporada suplicando que termine.
La realidad no va a cambiar, pero, ya que no nos queda otra, ¿por qué no aprovechamos el viento para que nos acerque un poco más a nuestro destino?
No sé qué cuál decidirás que sea tu destino: puede ser aprovechar para estrechar lazos con quien convives, leerte ese libro que tienes en "pendientes" o quitarte de encima esas tareas que siempre pospones. Si no se te ocurren ideas, puedes echar mano de esa lista de propósitos 2020 en la que seguro arrastras más de un objetivo de años anteriores ;)
Para poder virar las velas, hay que estar en buena forma y saber hacia dónde te diriges. Si pierdes energía y tiempo discutiendo con la tripulación, o si te ves bloqueado por emociones difíciles, probablemente el barco se verá fuertemente azotado por la tempestad.
¿Qué recomendaciones te doy para pasar una cuarentena en calma?
1. Aceptar la situación
robablemente te hayas visto inundado por emociones desconocidas, difíciles y/o intensas. Es completamente natural y humano que esto sea así. Estamos viviendo en una especie de "duelo" en el que predominan el shock, la negación, el enfado o el miedo.
Ya no es sólo que la incertidumbre sea muy molesta psicológicamente, sino que las estrategias que generalmente empleamos para reducirla - que pasan principalmente por la interacción social - se ven cohibidas por esta situación de aislamiento.
En estos momentos es más importante que nunca observar nuestras experiencias - pensamientos, sensaciones y emociones - y, desde la autocompasión y el no-juicio, permitir que sean. De lo contrario, esas experiencias no-observadas tomarán el timón, y perderemos la libertad de elegir.
No se trata de decir "lo acepto" sino de llevar nuestra atención al torrente de experiencias internas que van apareciendo inesperadamente a lo largo del día para, a cada momento, ser consciente. Simplemente eso.
2. Sobreviviendo a la convivencia
Sé que esto de "elige" puede parecer utópico. "¿Cómo que elija yo? ¡Pero si son ellos los que están alterados!". No me detengo a valorar exhaustivamente el peso de cada acción sobre la situación final. Sólo te invito a que, si consideras que en tu casa hay "ajetreo" decidas, aunque sea solo por esta temporada, preservar la paz. Para ello, es necesario abandonar el "si de mí dependiera*" y realmente valorar la posibilidad de que así sea; de verdad, sólo por esta temporada ;)
Tal vez te apetezca hacer algo por alguien. Por ejemplo, darle al de al lado un masaje (sí, ese que tiene el canal 24horas de fondo) para relajar tensiones. O puede que decidas no enredarte en una discusión que, hasta hace pocos días, te hubiese hecho saltar como fuegos artificiales.
Quizá esto pueda marcar una diferencia en la situación de convivencia actual, sea con tu familia o con tus compañeros de piso.
Puede que te des cuenta de que, eligiendo la paz, se vive mucho mejor, y "le pilles el tranquillo" para futuras ocasiones.
Juega a que esto dependa de ti, a ver qué pasa...
3. Vive el ahora
¿Acaso tenemos otra opción? Las circunstancias que parecían tener cierta estabilidad están cambiando por minutos. Así que, adaptémonos a ellas. La gran ventaja que garantiza al ser humano la primera posición en la cadena alimenticia se fundamenta en su capacidad de aprendizaje y de adaptación. Hagamos uso de esa cualidad dormida entre tanta planificación y agenda, y vivamos lo que Sea, Ahora. Ya tendremos tiempo de organizarnos a un año vista cuando las cosas recuperen un poco el sentido.
Si te descubres especulando sobre el futuro incierto, simplemente obsérvalo y retorna tu atención a lo que sea que estés haciendo en este instante. Esto te aportará paz y claridad.
4. Realiza actividades nuevas
¿Cuántas veces has pensado en que te gustaría tener más tiempo para ti o tu familia?
Este es tu momento. Aprovecha para deshacer tus rutinas y realizar esas cosas que nunca tienes tiempo de hacer.
Si te encuentras inspirado, puede que este "Stand-by" sea el momento para definir tus propósitos. Como ya he mencionado en ocasiones anteriores, tener claro el qué quieres a nivel profundo es parte del proceso de conseguirlo. Sin planes detallados, sólo autodescubrimiento interno.
Tómate el tiempo que necesites.
Estas son sólo sugerencias y recomendaciones que pueden ayudarte a pasar esta racha de la mejor forma posible.
Creo profundamente que esta etapa (y, en esencia, cualquier otra) puede enseñarnos muchas cosas, si mantenemos una mente permisiva y receptiva.
No se trata de ser optimista ni de "ver el lado bueno de las cosas", sino de utilizar el sentido común y la libertad, para apagar el piloto automático y decidir, de forma consciente.