Un manifestante ejecutó un insólito concierto de piano -donde alternó Chopin, el himno nacional de Ucrania y "Let it be" de los Beatles- en una de las barricadas erigidas por los manifestantes antigubernamentales en Kiev.
El pianista ejecutó las piezas en un piano pintado de amarillo y azul, colores de la bandera de Ucrania, en la barricada más célebre de Kiev, levantada en la Plaza Independencia con los restos de carros policiales calcinados.
Luego del pianista, que tocó encapuchado, actuaron la cantante Rouslana y otros músicos jóvenes.
Los policías anti-disturbios, estacionados del otro lado de la calle Gruchevski, donde en enero se produjeron enfrentamientos que culminaron con la muerte de cuatro personas y 500 heridos, respondieron difundiendo con su equipo sonoro música pop rusa.
Conciertos similares tuvieron lugar el lunes en otras ciudades de Ucrania, entre ellas Lviv, en el oeste nacionalista, y Donetsk, en el este rusófono.
"El piano se convirtió en el símbolo de la revolución, de la resistencia pacífica. Hay divergencias en el país y debemos unirnos en torno a valores seguros como el arte", declaró Markian Matsekh, principal impulsor de esa iniciativa.