Después de años de fracasos, científicos lograron regenerar cabello humano cultivando en el laboratorio células de la dermis papilar, una técnica que ofrece una nueva esperanza a las personas que sufren de calvicie, según un estudio publicado el lunes en Estados Unidos.
En los últimos 40 años, investigadores han intentado sin éxito clonar folículos pilosos, origen del cabello, utilizando células de la dermis papilar.
Hasta ahora, los tratamientos sólo han logrado retrasar la pérdida de pelo, pero no estimular el crecimiento de cabello nuevo.
En esta nueva investigación, publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), las células humanas, una vez cultivadas, fueron reimplantadas en la piel de ratones, lo cual permitió producir folículos pilosos.
"Este método permite desarrollar un gran número de folículos o regenerar los folículos existentes utilizando células de la dermis papilar de un centenar de donantes de pelo", dijo Angela Christiano, de la Universidad de Columbia en Nueva York, coautora principal del estudio.
"Esta técnica podría hacer el trasplante de cabello accesible a las personas con un pequeño número de folículos, tanto hombres como mujeres, o en pacientes que han sufrido quemaduras", señaló.
En los ratones estas células pudieron recuperarse fácilmente y reimplantarse en la piel de otro animal.
Esto se debe principalmente al hecho de que, a diferencia de los humanos, las células papilares de estos roedores se aglutinan espontáneamente en cultivos de laboratorio. Esto les permite interactuar y reprogramar la piel donde se injertan para producir nuevos folículos, concluyeron los investigadores.
Para esta investigación, las células papilares de siete personas fueron cultivadas en el laboratorio, donde se indujo su aglutinación con el fin de crear las condiciones necesarias para el crecimiento del cabello, dijo Claire Higgins, de la Universidad de Columbia, coautora de este trabajo.
Después de pocos días, estas células papilares insertadas entre la dermis y la epidermis de un fragmento de piel humana se injertaron en la espalda de ratones.
En cinco de las siete pruebas, el trasplante produjo pelo nuevo durante al menos seis semanas.
Un análisis de ADN mostró que los nuevos folículos pilosos eran humanos y genéticamente similares a los donantes de células papilares.
Sin embargo, los autores del estudio dijeron que se necesitan más estudios antes de que esta técnica pueda probarse en humanos.
Los investigadores todavía deben determinar el origen de las propiedades intrínsecas del nuevo cabello, así como su color, su ángulo de inclinación, su ubicación en la cabeza y su textura.