El Carnaval de Negros y Blancos de la ciudad colombiana de Pasto (suroeste), declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, concluyó este domingo con su tradicional desfile magno al que asistió por primera vez un presidente del país, Juan Manuel Santos.
"Qué gran carnaval es el de Negros y Blancos. ¡Qué viva Pasto, carajo!, alentó el mandatario durante un recorrido por las abarrotadas calles de Pasto (unos 410.000 habitantes) en el que bailó, lanzó espuma y vistió poncho y sombrero.
Unas 90 comparsas y decenas de carrozas monumentales, murgas y disfraces individuales desfilaron por esta colorida fiesta que marca el cierre del carnaval, que se había inaugurado el pasado 2 de enero.
Esta festividad, una de las más emblemáticas de Colombia, se celebra fuera del calendario tradicional de los carnavales en el mundo y es toda una exhibición de sincretismo al tener sus orígenes en las fiestas andinas ancestrales e incorporar después tradiciones europeas.
De todas las jornadas de este carnaval, las dos últimas son las más destacadas. En el penúltimo día todos los participantes se maquillaron de negro y este domingo de talco blanco para simbolizar la igualdad y unir a todas las personas en una celebración común de la diferencia étnica y cultural.
Unas 600.000 personas, incluidos muchos turistas extranjeros, participaron el año pasado en este carnaval.
Para la presente edición, el secretario de Cultura de Pasto, Álvaro Gómez, calculó que llegaron alrededor de un millón y medio de turistas.
La Unesco (Organización de Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura) declaró en 2009 al Carnaval de Pasto como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
AFP