La Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia acompaña a líderes, lideresas y cantadoras de Bojayá, Chocó, en la interpretación de Lamentaciones. ¡Ay Padre!, una obra vocal de música sacra escrita por Juan Pablo Carreño.
Esta pieza refleja una conmemoración a las víctimas que son el centro de los acuerdos de paz en la que se enlazan diferentes universos musicales en torno a las Lamentaciones 5 del profeta Jeremías.
La obra se emitirá el 24 de este mes a través de distintos canales de televisión regional y nacional, además de otros espacios virtuales como en la cuenta de Facebook de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Unal, para rememorar la fecha de un hito histórico en Colombia, el más importante del último siglo, como parte del proceso de reconciliación del país.
Así, las voces de 15 intérpretes de Pogue y Bellavista se unirán a las de las cantantes líricas Nelly Valencia, Valeria Bibliowicks y Beatriz Elena Martínez, además del Coro Filarmónico Juvenil de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y el Taller de Ópera del Conservatorio de Música de la Universidad Nacional de Colombia.
“En Colombia los seres humanos mueren dos veces, el día en que son asesinados y el día en que son olvidados. Por eso nosotros damos esta lucha, porque el día en que se apaguen nuestras voces ellos morirán para siempre. No seamos indiferentes y apoyemos este proceso de paz. No podemos seguir matándonos. La vida es lo primordial”, afirmó Jacqueline Castillo, presidenta de las Madres de los Falsos Positivos.
Dividida en tres partes: Ay Padre para dos solistas, coro de cámara y coro mixto; Doce alabaos a partir de las Lamentaciones 5 de Jeremías, para coro de Alabaoras; y Tres madrigales a partir del Cristo mutilado, para coro de cámara, esta obra de arte musical es ante todo una ceremonia en la que los cantos invitan a una reflexión sobre la memoria de las víctimas.
Es una serie de madrigales a 10 voces sobre los textos en latín y las Lamentaciones del día tercero de Orlando di Lasso. Unas lamentaciones que se construyen a través de un diálogo entre dos tradiciones, la de la música escrita y la de la música oral, en un texto interpelado por los cantos chocoanos y por los nombres de víctimas de la Iglesia de Bellavista y de otros lugares del territorio colombiano.
Esta producción es un proyecto novedoso de alta calidad que logró el registro de voces en estudios de Quibdó y en la Iglesia San Agustín de Bogotá, con la armonización de unas imágenes simbólicas remasterizadas e integradas a la grabación.
“En más de 54 años de violencia hemos generado más de 220 mil muertos, más de 1900 masacres, toda una estela de desplazamiento a comunidades y poblaciones indígenas, campesinas y mestiza. ¡Cuánto sufrimiento hemos dejado al interior de los hogares! Dejemos el temor a la verdad, a la justicia, a la posibilidad de la reconciliación del país. Este es el camino, los invito en este canto a que no dejemos que la paz se nos vaya”, señaló Leyner Palacios, líder de Bojayá, nominado con otras víctimas al Premio Nobel de Paz.
En la obra los televidentes e internautas podrán disfrutar de una puesta audiovisual minimalista, donde confluyen las imágenes de las cantadoras, los cantantes, los coros; la lluvia copiosa sobre el río Atrato como símbolo de la tragedia, que es sepultura y también fuente de vida y de disputa; el Cristo de Bojayá como representación de las víctimas de todo el mundo y símbolo de la barbarie universal.