Todas las mujeres soñamos con tener un cabello hermoso, que resalte la belleza natural del rostro. Pero a veces por más cortes que intentemos, largo, corto, grafiado, con capul, ondulado o liso no encontramos el adecuado, y todo se debe a que no reconocemos la estructura ósea de nuestra cara y lo que le va bien.
Por eso si quiere conocer de forma precisa cuales son los estilos favorecedores para cada tipo de rostro, aquí le enseñamos algunas recomendaciones que debe tener en cuenta a la hora de elegir el corte ideal.
Rostro ovalado
Este tipo de rostro es considerado como perfecto, ya que es el más armónico por ser poseedor de proporciones simétricas. No genera restricción alguna, pues permite utilizar cualquier estilo de corte de cabello y peinado. Sin embargo debe tenerse en cuenta algunos detalles que pueden desproporcionar esas facciones, por ejemplo: un flequillo demasiado largo y recto que acorta la longitud de la cara.
Rostro redondo
El objetivo en el rostro redondo es estilizar la zona de las mejillas y alongar el óvalo para que éste adquiera una forma más próxima a la cara ovalada. Para conseguir el efecto deseado se recomiendan cortes con capas suaves, que proporcionen volumen en la zona superior, pues con esto se consigue el efecto óptico de una estructura ósea más fina y alargada. Los laterales desfilados y orientados hacia el rostro cubren la zona de las mejillas, restando volumen.
Se recomienda también utilizar el cabello con un largo por debajo del mentón que permita la caída sobre el rostro y en preferencia con una textura lisa o ligeramente ondulada que no aporte volumen en los laterales de la cara. Si se quiere optar por un look con cabello muy corto, es importante dirigir mechones hacia la fisonomía.
Rostro cuadrado
En esta estructura ósea el objetivo es alongar el óvalo y suavizar las facciones angulosas que posee, principalmente en la zona del maxilar. En este caso se recomiendan cortes escalonados o con capas suaves que aporten el volumen necesario en la parte superior para estilizar la zona.
El largo óptimo es hasta los hombros o por encima de los mismos. Se recomienda evitar los cortes en los que el cabello termine en línea con la mandíbula, ya que acentuaría el ancho del óvalo. Si se opta por una melena larga, es importante ondular ligeramente para suavizar los rasgos cuadrados.
Rostro alargado
El rostro alargado se caracteriza por su verticalidad y estrechez, por lo que el objetivo es ampliar la zona lateral y mermar ópticamente la longitud del óvalo.
Son recomendables las melenas medias, rizadas u onduladas. Los cortes con capas largas otorgan volumen en los laterales del rostro ayudando a restar longitud al óvalo. El estilo Bob a la altura de la mandíbula también resulta favorecedor, ya que consigue volumen. Se desaconseja desfilar el cabello en dirección al rostro, ya que esto enmarca y afina aún más la estructura ósea.
Rostro rectangular
En el óvalo rectangular, encontramos una mezcla de dos tipos de rostros, el cuadrado y el ovalado. En este caso, el objetivo es por un lado, mermar ópticamente la longitud del óvalo, y por otro, suavizar la angulosidad de sus facciones, primordialmente en la zona del maxilar.
Los cortes con capas largas y onduladas que caigan sobre los laterales del rostro, sin aportar demasiado volumen, ayudan a minimizar la forma del mismo. Se recomienda también evitar agregar cuerpo en la parte superior de la cabeza, ya que esto puede alargar ópticamente la estructura ósea.
Los recogidos por su parte deben ser en preferencia parcial y de media altura, que con mechones que cubran la zona de las sienes y que caigan sobre los laterales del rostro, para así esconder el maxilar y no aporten volumen al mismo. No obstante los flequillos largos y rectos orientados suavemente hacia un lateral, favorecen el rostro dándole armonía y brillo.