Camargo regresa con 40 años… | El Nuevo Siglo
Viernes, 19 de Febrero de 2016

Por: Diana Zárate

Periodista de El Nuevo Siglo

CON su estilo único, inteligente y provocador, Diego Camargo se ha convertido en uno de los comediantes más reconocidos del país. Su trayectoria en el ámbito humorístico supera las dos décadas. Inició su carrera como cuentero en diferentes espacios universitarios mientras estudiaba y posteriormente cuando se desempeñaba como periodista. Pero no fue sino hasta hace 6 años que se entregó por completo a la profesión de la risa con el stand up comedy.

Hoy se encuentra presentando en el Teatro Esdiart Santa Bárbara, hasta el 20 de marzo, su show, 40 años… ¿y todavía en esas?, una rutina que ofrece una visión sarcástica de temas como la incapacidad femenina de ser feliz, la imposibilidad de Arjona para escribir canciones modestas, la mortificación de dormir en  "cucharita" y la invalidez masculina para expresar sentimientos. 

 

Camargo habló con EL NUEVO SIGLO y reveló detalles de su nuevo show,  los proyectos de este año y sus inicios en el mundo del humor.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo inició su carrera en el humor?

DIEGO CAMARGO:Comencé con el formato de stand up comedy hace 9 años, cuando eran pocos los humoristas que se dedicaban a este formato, Andrés López y Antonio Sanín, y yo era la opción más económica por lo que tenía buena cantidad de público.

Pero antes de eso yo fui cuentero durante mucho tiempo y durante un taller conocí a Andrés López, quien me impulso para que siguiera en el stand up, una labor muy importante que me llevo a dejar a un lado mi profesión como periodista y director.

ENS: ¿Por qué decide meterse de lleno a hacer humor?

DC:Siempre me había gustado mucho el humor pero lo tenía como pasatiempo y una forma de expresar mis inconformidades de forma positiva. Al incursionar en el stand up comedy me interese más, pero sentía cierta piquiña que me hacía creer que no podía hacerlo. Pero recuerdo que Andrés López estaba en furor con La pelota de letras, haciendo giras nacionales e internacionales y Antonio Sanín también con Quien pidió pollo, lo que hizo crecer mi necesidad por el escenario y dejar mi trabajo como productor para entrar de lleno en la comedia, y me puse un límite de tiempo de seis meses para despegar y rápidamente salió una gira de 40 shows en 27 ciudades de Colombia.

 

ENS: ¿En dónde fueron sus primeros pinos del humor?

DC:Yo hacía cuentearía desde antes de que existiera la nueva generación que se presenta en Salitre. En ese tiempo no había muchos espacios en los cuales pudiéramos hacer nuestras rutinas, por lo que aprovechábamos las universidades para hacer reír, incluso con Gonzalo Valderrama, llegamos al punto de subirnos a los buses para practicar, lo cual era gracioso porque ambos éramos estudiantes de Javeriana y Andes.

Todo eso nos funcionó muy bien porque fuimos los pioneros de una generación, tanto que comenzamos a tener giras internacionales, a participar en festivales de Argentina y Chile, donde funde un espacio para la cuentearía.

ENS: ¿Cómo nacen las rutinas?

DC:Nacen de la larga observación de los acontecimientos cotidianos, por lo que no es que el comediante diga que va a crear una rutina sobre un tema específico, sino que con el tiempo y cuando le da forma y ritmo al producto es que se da cuenta que habla mucho sobre un tema y por eso es que lo titula.

Los apuntes que se escriben a diario están plenamente ligados a aquellos que no entendemos y nos molesta, lo cual lo hace fácil para hacer una comparación graciosa. Así mismo la comedia tiene tres ejes de construcción centrales: que me molesta del mundo, que me molesta del mundo y porque no encajo en el mundo.

ENS: ¿Durante cuánto tiempo preparó 40 años… ¿y todavía en esas?

DC:Este show incluye los mejores aspectos de los otros shows. Particularmente hacer una rutina de stand up comedy demora entre un año o año y medio, pero como este incluye material de los tres anteriores es la recopilación de mi mejor trabajo y estas presentaciones me van a servir como calentamiento, ya que lo que se ve esta semana, en la siguiente cambia, dado que estoy tratando de encontrar el mejor ritmo para un proyecto que se estrena en agosto.