Una presentación de lo que verdaderamente somos es lo que podrán disfrutar los bogotanos desde mañana. La que no fue, es una obra escrita y dirigida por Carolina Vivas y es la ganadora de la Beca de Equipamientos y de la Beca de Creación de Directores de trayectoria otorgada por Idartes, lo que la convierte en una puesta en escena única y de mucha calidad.
La que no fuees una co-producción de Umbral Teatro, el Teatro Jorge Eliecer Gaitán y el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, su temporada irá hasta el primero de diciembre en el galponcito, nuevo espacio cultural de la casa teatral.
La obra parte de las historias familiares donde la mujer es la principal protagonista. La que no fue es una cadena de sucesos donde destellos de intimidad tienen cabida, es la presentación de los seres que somos, que creemos ser, tan complejos como los personajes teatrales que antes representaban; un caleidoscopio de monólogos cruzados entre lo teatral y lo narrativo.
Conviven en esta muestra, historias heterogéneas con hilos comunicantes entre ellas. La escena es concebida como un espacio que se llena de tiempos, el devenir, simultaneidades y alteraciones espacio – temporales. Así mismo, existen personajes de diferentes épocas, alegorías, con voces particulares y no obstante, reconocibles. El tratamiento fragmentado de las historias propone al espectador desentrañarlas, completarlas y forjar su propia versión.
La que fue es protagonizada por Andrea Beltrán, Carolina Sánchez, Diana Jaramillo, Reina Sánchez y Luisa Acuña. Con esta creación, las tablas hacen un acercamiento a los imaginarios de las mujeres que nos antecedieron y aquellos espacios reconocibles de las madres, abuelas y por supuesto de las mismas personas. “La obra está concebida a partir del recuerdo, de la memoria, de lo reconocible, con lugares comunes. Recurrimos a la música que todos conocemos, que ubica al espectador en lugares conocidos”, afirma Carolina Vivas directora de Umbral Teatro.
El Proceso
Umbral Teatro ha indagado a fondo la historia como fuente, la crónica, el testimonio; en esta oportunidad ha querido como grupo ir en búsqueda de nuevas teatralidades, buscar otras voces y ubicarse en la riesgosa zona del “Yo” como fuente de la creación. El montaje se propuso como una creación colectiva, a partir de la indagación del imaginario de las actrices, de materiales afincados en su historia y su universo personal, los cuales fueron considerados como pre-textos.
El equipo recorrió durante el proceso el camino que hay entre las fuentes y la escena, formulándole preguntas al material, que se respondieron en el escenario y que permitieron encontrar el lenguaje pertinente a ese tipo de sustancia y sus necesidades. Trabajar con la memoria personal y colectiva como germen, les dio la posibilidad de ser sujeto y objeto de esta historia y participar en la construcción de imágenes de ellas mismas, esta en realidad es una poética de lo femenino.