Legalmente en Colombia está establecido un día de la familia al semestre para los colaboradores y espacios de recreación, capacitación y cultura en algunos casos.
SI bien desde hace varios años las compañías vienen adaptando sus planes de bienestar para responder de manera efectiva a los intereses de sus colaboradores, la fuerza laboral actual y del futuro plantea desafíos cada vez más importantes para las áreas de gestión humana de las organizaciones.
Retos como integrar las distintas generaciones que conviven en el ambiente corporativo, son cada vez más comunes; entre ellos construir un plan de bienestar que responda de manera eficiente a este nuevo entorno, donde la presencia de millennials centennials aumenta de manera constante en las organizaciones y sus intereses tienen enfoques distintos a los tradicionales.
En Colombia, la ley 1857 de 2017 establece que los trabajadores tienen derecho a disfrutar de un día al semestre para compartir con su familia, así mismo, según el artículo 21 de la Ley 50 del 90, las empresas que tengan más de 50 trabajadores y que su jornada laboral sea de 48 horas a la semana, deben destinar dos horas semanales para espacios de recreación, cultura y capacitación.
Sin embargo, beneficios tradicionalmente importantes como subsidios educativos para los hijos, descuentos en medicina prepagada y actividades como día de los niños, pasan a un segundo plano para las nuevas generaciones, quienes en su mayoría no tienen hijos y buscan cumplir objetivos distintos, los cuales puedan conectarse con sus proyectos de vida, tener balanceada su vida laboral y personal, mientras contribuyen a la transformación positiva de su entorno.
Para Nicolás Corredor Medina, gerente de mercadeo y sostenibilidad para Colombia y Ecuador de la multinacional líder en gestión del talento humano Adecco, los programas de sostenibilidad se convierten en un incentivo importante para la nueva fuerza laboral: “para los trabajadores jóvenes es fundamental trabajar en un entorno que además de tenerlos motivados les haga sentir que cumplen propósito, transformar el negocio vinculándolo con triple impacto real (económico, social y ambiental) es un factor determinante de permanencia en las organizaciones”, asegura.
Entre las prácticas más comunes que han puesto en marcha las organizaciones en sus planes de bienestar, como respuesta al reto de vincular a las nuevas generaciones, se cuentan:
* Horarios flexibles: espacios en los que se les mida por los resultados que entregan y no por el tiempo que pasan en las oficinas. Modelos de trabajo flexible y teletrabajo son los más apetecidos por los trabajadores jóvenes.
* Posibilidad de crecimiento: encontrar lugares en los que se les permita crecer a través del desempeño de roles distintos. Los millennials y centennials quieren sentirse retados y se aburren rápido de hacer las mismas tareas.
* Espacios de prácticas saludables: que el trabajo facilite la práctica de algún deporte, yoga o actividad de bienestar es fundamental, así como ofrecer meriendas saludables en horarios de trabajo, son aspectos valorados positivamente.
* Alineación al propósito de vida: que el espacio de trabajo les permita integrar su propósito de vida con las metas organizacionales, les hace sentir que no sólo aportan a la organización, sino que paralelamente están trabajando en la construcción de sus sueños.
* Voluntariado y servicio: desarrollar proyectos orientados al servicio, la transformación social y el voluntariado en comunidades, es un plus con el que las organizaciones responden a los intereses altruistas de millennials y centennials.
Lograr proyectos colectivos que respondan a los intereses de las nuevas generaciones es una estrategia que ha arrojado resultados positivos. Un ejemplo de ello es el programa Win4Youth, iniciativa de RSE desarrollada por Adecco, la cual invita a sus colaboradores a que durante su tiempo libre realicen actividades deportivas como atletismo, ciclismo, natación, etc. Los kilómetros acumulados al realizar cada deporte se transformarán en ayudas para la ONG Plan Internacional.
La organización se fija una meta global por año y un embajador en cada país se encarga de promover la práctica saludable de los trabajadores y prepararse para representar la sede en la triatlón global que se realiza. En Colombia, el ingeniero Frank Vásquez es quien cumple ese rol, empezó por desplazarse en bicicleta un día a la semana, luego empezó a correr algunas carreras atléticas de 10K y ahora se prepara para su primera triatlón.
“Inicie con el registro al programa de Win4youth sumando los kilómetros recorridos, con la sorpresa que no solo estaba ayudando a una fundación, sino que tuve la oportunidad de disfrutar tardes libres por ser quien más kilómetros acumulaba.”, asegura Frank.