En una vergonzante marcha atrás, la administración estadounidense anunció este jueves que renunciaba inmediatamente a conceder una prestigiosa condecoración a una militante egipcia, acusada de haber lanzado consignas antisemitas o antiestadounidenses en Twitter.
Samira Ibrahim debería recibir este viernes, en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, junto a otras nueve mujeres el prestigioso "International Women of Courage Award" (Premio internacional a la valentía femenina, en español), durante una ceremonia en la que estará el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, así como la primera dama, Michelle Obama.
La militante egipcia había sido elegida "en razón de la valentía y del valor excepcional que había demostrado durante las manifestaciones en la Plaza Tahir" de El Cairo, según recordó la portavoz de la diplomacia estadounidense, Victoria Nuland.
La vocera oficial reconoció que el departamento de Estado "se había enterado con mucho retraso en este proceso de la existencia de estos comentarios atribuidos a Ibrahim": "Tras haber estudiado atentamente esta cuestión, hemos decidido posponer la condecoración prevista este año a Ibrahim, para tener la oportunidad de estudiar de forma más precisa estas afirmaciones".
La revista conservadora Weekly Standard acusó desde su página web a Samira Ibrahim de haber escrito en la red social Twitter, donde ella es extremadamente activa, consignas antisemitas, anti-israelíes o anti-estadounidenses.
Según la publicación, que cita traducciones de estos tuits escritos en árabe, la militante egipcia se habría felicitado por el atentado contra los israelíes que causó seis muertos en julio de 2012, habría celebrado el aniversario del 11 de septiembre deseando que "cada año Estados Unidos arda", o incluso habría citado a Adolf Hitler con consignas claramente antisemitas.
Por su parte, Samira Ibrahim aseguró al departamento de Estado que su cuenta había sido pirateada. Entre los más de 18.000 tuits que envió durante los últimos años, "ella niega ser la autora de cuatro de ellos que llamaron nuestra atención, entre ellos dos antisemitas y dos más celebrando el terrorismo", precisó Nuland.
Ya llegada a Washington cuando estalló la polémica, la militante regresó a su país cuando el departamento de Estado decidió que "sus declaraciones debían ser estudiadas", añadió la portavoz.
AFP.