Alimentación, el reto de los padres modernos | El Nuevo Siglo
Martes, 25 de Septiembre de 2012

La actividad física también debe convertirse en la aliada para tener un buen peso y evitar enfermedades.

 

Los jóvenes son los más vulnerables en cuestiones nutritivas. Comer a deshoras, sedentarismo, alimentos de mala calidad y un ritmo de vida que no permite reflexionar en la calidad de ella, son los factores más destacados que inciden en su salud.

 

En Colombia este problema puede variar según su condición socioeconómica, pues los estratos bajos pueden verse afectados por la escasez de opciones de compra y quedan en riesgo de no adquirir alimentos necesarios para una nutrición básica. Mientras que a los de estratos altos, el problema se expresa en  alimentos de mala calidad que pueden generar obesidad y el aumento de la adquirir enfermedades como la diabetes, hipoglicemia y a futuro ataques cardiacos.

 

Para modificar algunos hábitos primero se debe crear conciencia en los padres de familia, pues ellos deben saber cuáles son las necesidades que sus hijos requieren en etapa de crecimiento.

El aumento de talla es uno de esos cambios. En las mujeres inicia entre los 10 y 13 años, mientras que en los hombres, que suelen alcanzar mayores tallas, se presenta entre los 12 y los 15 años. Por otro lado la velocidad del almacenamiento de la grasa subcutánea disminuye hasta que el joven alcanza su mayor altura. 

Después de superar esta etapa comienza el aumento de la masa muscular, así como el del volumen de la sangre, cambio que permanece en las mujeres; consecutivamente aparece la maduración genital que comprende la aparición de caracteres sexuales, crecimiento y maduración de los testículos y ovarios.

Es muy difícil establecer un proceso estándar para todos los adolescentes, lo mejor que se puede hacer es una planeación nutricional para alimentarse a diario pero con lo debido y necesario por el cuerpo.

Asimismo, se deben incluir el calcio, el hierro y el zinc que son los minerales más importantes en esta etapa de la vida. El zinc mejora el metabolismo y mantiene fuerte el sistema inmune, su ausencia provoca retraso en el crecimiento y fallos en el sistema inmunológico.

 

El hierro se encarga del transporte adecuado del oxígeno y su ausencia se puede manifestar con la anemia, cabello fino, palidez en la piel; el que es mejor absorbido es el proveniente de la carne.

El calcio es el mineral más importante del cuerpo y que junto al fósforo forma el esqueleto; además,  funciona como esmalte en los dientes. Es el encargado de la coagulación de la sangre, de las conexiones nerviosas y musculares. La falta de este mineral puede hacer que surjan calambres musculares y se les recomienda a los jóvenes tomar el sol para absorberlo de forma natural, también se puede encontrar en los derivados de la leche.

En términos vitamínicos se sugiere los que están directamente relacionados con la síntesis de proteínas como: la vitamina A, D y ácido fólico, B12, B6, riboflavina, niacina, y tiamina, sin que se recomiende cantidad mínima o específica de ninguna de ellas. La fuente principal son las frutas y las verduras.

Salud mental y física

Otro de los factores que ayudan a una buena alimentación en los adolescentes es el deporte ya que permite una mejor regulación de glicemia, la digestión y el tránsito intestinal al igual que disminuye las posibilidades de sufrir  cáncer de colon y le da un uso adecuado a la grasa corporal y ayuda a controlar el peso, entre otros.

Es vital que los padres les transmitan el gusto por el deporte a sus hijos,  que después de un tiempo se convertirá en un hábito que ellos realizarán con  gusto.

 

Las comidas rápidas

 

Por más que los padres inculquen en los jóvenes una dieta saludable no se evitarán  que ellos incluyan ciertas comidas rápidas que se consiguen con facilidad. Sin embargo, el pollo frito, hamburguesas, papas fritas, batidos, perros calientes y pizza no son malos para la salud si se consumen de forma esporádica.

 

Comer rápido, a bajo precio y a cualquier hora son esos beneficios superficiales que todo el mundo ve en este tipo de alimentos  sin prever que el exceso de calorías y bajo aporte de nutrientes fundamentales conllevan a problemas de obesidad.

 

Los establecimientos que venden estos alimentos generalmente basan su carta en  frituras y empanadas, que al consumirlas con frecuencia aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Finalmente en una buena dieta se debe incluir leche y sus derivados así como pescado, que es fundamental para los huesos y adquirir defensas. También se deben evitar los carbohidratos.

 

 

Lo mejor es que los adolescentes eviten las comidas rápidas y se inclinen por alimentos más saludables como las frutas y las verduras.

 

Se recomienda distribuir la alimentación en 4 ó 5 comidas al día (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena)