La infertilidad consiste en la incapacidad de completar un embarazo luego de un año de mantener relaciones sexuales sin usar métodos anticonceptivos. Una afección que ha presentado un aumento significativo en la prevalencia de infertilidad en todo el mundo, durante las últimas décadas.
“Si bien parte de estas alteraciones conllevan problemas físicos que requieren de la intervención médica especializada, algunos factores como la edad y la tendencia al aplazamiento del futuro reproductivo ligados al estilo de vida, también pueden tener un impacto en la fertilidad de la pareja”, afirmó Ricardo Rueda, médico ginecobstetra especialista en fertilidad de Reprotec.
Peso corporal
Ya sea por aumento o por pérdida, puede causar problemas de fertilidad. El sobrepeso disminuye la capacidad reproductiva de la mujer, ya que la alteración del ciclo menstrual afecta a la ovulación, lo cual puede dificultar conseguir el embarazo de manera natural.
En las mujeres obesas que tienen síndrome de ovarios poliquísticos bajar un 5% del peso corporal mejora la probabilidad de ovulación y el embarazo. Un peso demasiado bajo puede hacer que el cuerpo deje de producir estrógeno, lo que provoca ciclos menstruales irregulares, disfunción ovárica e infertilidad. Para el caso de los hombres la obesidad se relaciona con un menor recuento y menos calidad de los espermatozoides.
Alimentación y actividad física
Las parejas que presentan infertilidad deben mejorar sus hábitos alimenticios a través de una dieta sana y equilibrada, baja en lácteos y carbohidratos que no promueva estados inflamatorios, esto acompañado de la realización de actividad física moderada ya que en exceso puede afectar la ovulación de las mujeres.
Manejo del estrés
La ansiedad y el estrés contribuyen a una serie de efectos fisiológicos sobre el proceso reproductivo en ambos sexos. Por una parte, disminuye la capacidad de concebir, ya que una mujer con un alto nivel de estrés puede producir alteraciones en la ovulación. Respecto al hombre, este factor también incide en la calidad y cantidad seminal.
Relaciones sexuales
Cuando se busca el embarazo, se recomienda mantener una frecuencia de dos o tres relaciones por semana, teniendo en cuenta el periodo de ovulación para buscar el embarazo. Adicionalmente, se recomienda mantener una sexualidad sana, además de evitar el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual en ambos integrantes de la pareja.
Factores ambientales
La exposición a sustancias químicas presentes en muchos de los productos que nos rodean (plásticos, pinturas, materiales de construcción, pesticidas, insecticidas entre otros) y los altos niveles de contaminación ambiental afectan el sistema endocrino encargado de la segregación de hormonas y esto trae efectos adversos en la función reproductiva.
Alcohol y tabaquismo
El uso nocivo de las bebidas alcohólicas se ha vinculado con tiempos más largos de concepción y una disminución en la reserva ovárica y la fecundidad de las mujeres. Sobre los hombres, el consumo excesivo de alcohol a largo plazo puede conllevar atrofia testicular o disminución de la producción de esperma y testosterona.
Fumar aumenta los riesgos de aborto, de embarazo ectópico (fuera del útero) y el tiempo necesario para lograr la gestación. Durante un tratamiento de fertilidad, la mujer fumadora tiene menos probabilidades de quedar embarazada y se necesita más medicación para estimular sus ovarios. En el caso del varón, el tabaco tiene un efecto negativo sobre los espermatozoides (concentración, movilidad, morfología, capacidad funcional).
Consumo de fármacos
El uso de andrógenos o medicamentos para aumentar la masa muscular reducen el recuento de espermatozoides en los hombres. Algunos menos usuales por su naturaleza y función como los utilizados en tratamientos de radio o quimioterapia pueden ser altamente perjudiciales para el potencial reproductivo en mujeres y hombres, de ahí que se recomiende proteger los óvulos o el esperma a través de un tratamiento de preservación de la fertilidad antes de entrar en contacto con dichas sustancias. Una vez finalizado el tratamiento, este material, libre de cualquier daño, podrá ser utilizado por el laboratorio para proceder a la fecundación.