A sanción presidencial pasó el proyecto de ley que busca crear unidades de cuidados paliativos para todas aquellas personas que tengan enfermedades crónicas, degenerativas, irreversibles o que estén en estado terminal.

La iniciativa del senador del Partido de La U Álvaro Ashton superó los cuatro debates necesarios en Senado y Cámara y está a la espera de convertirse en ley para que se le pueda brindar atención integral a los pacientes que están en esta situación y a sus familias, a través de un tratamiento integral dependiendo de los aspectos físicos, psicológicos, sociales y espirituales de cada una de las personas.

Otro de los objetivos del proyecto está encaminado a que las personas que deseen, de manera voluntaria y anticipada, desistan de los tratamientos médicos, que no cumplan los principios de proporcionalidad terapéutica.

Durante el trámite de la iniciativa dos conceptos llamaron la atención de los ponentes del Senado y de la Cámara. El primero fue un concepto institucional que emitió el Ministerio de Salud, el cual consideró que el proyecto contaba con los elementos de juicio necesarios para ser tratado como una ley estatutaria y, además, incluyó algunas modificaciones y precisiones para ser tenidas en cuenta durante el desarrollo de los debates.

Sin embargo, como el proyecto incluye gastos que podrían generar nuevos gastos financieros para el Estado, el Ministerio de Salud pidió que en cualquier momento durante el trámite se pronunciara el Ministerio de Hacienda para rendir su concepto frente al impacto financiero.

El segundo concepto, tal y como fue pedido, fue el del Ministerio de Hacienda, que se abstuvo de emitir un concepto favorable por considerar que la atención para ese grupo específico de pacientes, entre 1.081 y 1.622, tendría un costo mensual que oscilaría entre 7.448 y 11.715 millones de pesos y anualmente estaría entre 89 mil y 134 mil millones de pesos; y además, porque plantea servicios que ya están vigentes en las normas existentes.

A pesar de que el concepto del Ministerio de Hacienda no fue positivo, el ponente Didier Burgos explicó que durante el trámite tuvieron en cuenta los conceptos de los dos Ministerios.

“Claro que tuvimos en cuenta los conceptos del Ministerio de Hacienda y de Salud, aquí lo que estamos haciendo con la creación de las unidades de cuidados paliativos es, primero, hacer que sea más viable el sistema, mejor la atención del enfermo en condiciones de vulnerabilidad”.

Burgos agregó que el proyecto no genera más gastos, sino, por el contrario, hace más eficientes los recursos. “No se generan cargas económicas, lo que genera cargas económicas es mantener las personas en esas condiciones en las unidades de cuidados intensivos, pues es mucho menos costoso una unidad de cuidados paliativos que una unidad de cuidados intensivos, aquí hay una gran diferencia, de costos inclusive. Antes hace más eficientes los recursos del sistema de salud”.

Ante la posibilidad de que el proyecto sea objetado antes de ser sancionado como ley a causa del concepto del Ministerio de Hacienda, el ponente dijo que espera que esto no suceda ya que el objetivo es generar mayor calidad de vida.

“El Gobierno está en todo su derecho de objetar, pero aquí lo que estamos haciendo es generando las condiciones para que el paciente en condiciones de estado terminal o proceso terminal de su condición tenga mejores condiciones de vida y soluciones al final del proceso. El proyecto se podría objetar, claro que sí, pero esperaría que eso no pase porque no tiene un impacto sobre la fiscalización”.