Cuba comenzó ayer un ensayo de autonomía en 12 empresas estatales antes de generalizarlo en enero de 2014, según el cual las fábricas podrán vender excedentes, fijando sus precios por oferta y demanda, informó el diario oficial Granma.
El experimento "consiste en facultar a los directores generales de estas empresas para la venta mayorista a personas jurídicas cubanas, una vez cumplidos los contratos, de los excedentes de producciones seleccionadas y el servicio autorizado, teniendo en cuenta las demandas del mercado, cubriendo todos los costos, gastos y compromisos tributarios", explicó.
El estado cubano tiene la propiedad y control centralizado de más del 90% de las empresas del país y dispone de más del 50% de las acciones con las entidades mixtas con capital extranjero.
Es por ello que economistas y especialistas coinciden en que las reformas emprendidas por el presidente Raúl Castro para "actualizar" el modelo económico dependerán en gran medida de lograr la rentabilidad de la "empresa estatal socialista".
Las empresas seleccionadas para el ensayo son la mayor siderúrgica del país, una ensambladora de ómnibus, una productora de perfiles de aluminio y otra de alambre para cercados.
También una reparadora de equipos de transporte, una productora de baterías para autos, así como otras de perfumes, textil, cemento, artículos de plástico, sal y tejas de fibrocemento.
"La puesta en marcha de esta experiencia permitirá que las empresas puedan incrementar sus niveles de ventas y utilidades, lo que constituye una fuente para su recapitalización y el incremento de los ingresos para los trabajadores", dijo Granma.
La industria estatal cubana, mayoritariamente de tecnología soviética, sufre un proceso de obsolescencia y deterioro, urgida de inversiones que las arcas estatales no pueden acometer por falta de capital.
La decisión está avalada por sendas resoluciones de los ministerios de Economía y Finanzas, respectivamente, publicadas en esta fecha en la Gaceta Oficial, por lo que su ejecución es inmediata./AFP