A menos de cumplirse apenas un año de mandato, cuatro departamentos tienen en cuerda floja a sus gobernadores, circunstancia  que implicaría la convocatoria de nuevas elecciones atípicas, con altísimo costo para las finanzas públicas, traumas políticos y sociales y verdadero atraso para las regiones afectadas por este fenómeno.

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En el Huila. Uno de los casos más relevantes se da en el departamento del Huila, con la valiente pero muy cuestionada gobernadora Cielo González Villa, cuyos variados líos jurídicos vienen especialmente de su época de alcaldesa de Neiva, cuando tuvo que hacer frente no sólo a los peligrosísimos embates terroristas de las Farc  sino a las investigaciones frecuentes de la Fiscalía, la Procuraduría y la Fiscalía, con énfasis en casos relacionados con el uso de los que eran antes multimillonarios recursos provenientes de las apetecidas regalías petroleras.

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Tres sanciones. Doña Cielo arrastra tres sanciones en firme, consecutivas ellas, de la Procuraduría, con lo cual, de acuerdo con el Código Único Disciplinario, automáticamente se hace acreedora a una suspensión de tres años. Es decir, los que le faltan para cumplir su período de elección popular como mandataria de los opitas.

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Corta semana. Según los términos procesales, esta semana (la última del año viejo que se va) deberá quedar en firme esa tercera sanción y el Presidente de la República, entonces, tendrá que hacerla efectiva; nombrar un Gobernador encargado y llamar al Partido de La U a que presente una terna para un encargo más largo, mientras se convoca a elecciones, probablemente para finales de febrero o  de marzo de 2013.

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Trances de rapiña. Al propio tiempo, los departamentos de Caldas, Chocó y Magdalena están en trances similares, con sus mandatarios en vilo y la usual rapiña política pendiente de los despojos para caer en  masa en procura del poder que no alcanzaron algunos en las elecciones regionales de 2011.

La suerte del mandatario caldense Guido Echeverri depende del Consejo de Estado, corporación que deberá resolver si confirma o revoca una decisión del Tribunal de lo Contencioso de Manizales que anuló su elección por impedimentos que no ha conseguido rebatir.

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Camándula ajena. El senador conservador Carlos Ramiro Chávarro terminó ganando indulgencias con camándula ajena, durante la aprobación de la Reforma Tributaria. Sus paisanos huilenses lo pillaron sacando pecho por la inclusión de un artículo que les permitirá a los agricultores contar con cerca de 350.000 millones de pesos para el manejo de las frecuentes crisis, especialmente los cafeteros. Pues resulta que Chávarro lo que hizo fue subirse al bus de esa victoria agrícola, pues él inicialmente no votó a favor el famoso artículo que aumenta 1 punto a la tributación de las ganancias de las empresas, y de ese punto salen esos recursos, además de otros para educación. Ya aprobado ese punto adicional, Chávarro salió con su propuesta de la plata para los campesinos, que ya estaba discutido y aprobado por el resto de la bancada conservadora, liderada por su copartidario Hernán Andrade.