ENTRE los muros de las bibliotecas hay espacios para disfrutar de una excelente lectura, en medio de ambientes cálidos y tranquilos. Estos lugares cuentan con colecciones patrimoniales, que se han convertido en un recurso de investigación del país para historiadores, filósofos, literatos, antropólogos, politólogos, geógrafos, artistas, economistas e investigadores en estudios culturales.
La ciudad de Bogotá cuenta con 165 bibliotecas, dieciséis en las localidades, sesenta y dos comunitarias y las que tienen cada universidad designada por ley, para las investigaciones de sus estudiantes.
Con una riqueza histórica, artística y cultural del país y del mundo las bibliotecas más grandes la de ciudad, dividen sus salas con el propósito de adaptarlas para diferentes fines. Algunos de estos lugares son utilizados para hacer exposición que generen una nueva mirada para visibilizar lo existente del país, acercando al público colombiano a encontrar temáticas a fines a la lectura y el arte.
Estas grandes librerías no solamente ofrecen best sellers, sino también dan a conocer sus colecciones de libros Incunable universales, manuscritos, ediciones elzevirianas, fonogramas, obras pictóricas, libros raros y curiosos para dar a conocer más detalles de los momentos más representativos del país y del mundo.
Un libro que se considere incunable es aquel que haya sido impreso durante el siglo XV, debido a que fue Cornelius Beughem, quien usó esta palabra por primera vez, en su Incunabula typographiae en este siglo.
Vocación más patrimonial
Algunos de estos establecimientos culturales cuentan con más de dos siglos de su existencia como la Biblioteca Nacional de Colombia considerada la más antigua de América y declarada Monumento Nacional de Colombia mediante el decreto 287 del 24 de febrero de 1975.
Pero es la Biblioteca Luis Ángel Arango, una de las más visitadas de América, quien cuenta con uno de los libros más antiguos de la capital. En 1990 abrió las puestas de la sala de Libros raros y manuscritos para dar a conocer el libro De oratore ad Quintum Fratrem Libri III escrito por Marco Tulio Cicerón en 1470 por la editorial de Venecia, Vindelinus de Spira, con 108 hojas.
Esta biblioteca también tiene uno de los libros colombianos más antiguo del catálogo, una Novena del Corazón de Jesús, impresa por la Compañía de Jesús en Santafé en 1738. Actualmente en esta sala de libros raro y manuscritos cuenta con más de 21.000 títulos de materiales.
Así mismo, la Biblioteca Nacional de Colombia, la cual abrió sus puertas al público el 9 de enero de 1777 por el virrey Manuel Antonio Flórez Maldonado, posee una colección 48 libros incunables universales, 610 volúmenes de Manuscritos, cerca de 30 mil libros publicados antes de 1800, numerosos libros raros y curiosos. También cuenta prácticamente con todos los libros impresos de en Colombia desde 1830.
"La Biblioteca Luis Ángel Arango, cuenta con uno de los libros más antiguos de la capital escrito por Marco Tulio Cicerón, en 1470"
Pero el libro más antiguo que tiene esta biblioteca es el Summa contra gentiles, sive De veritate Catholicae fidei. Ed: Petrus Cantianus, también conocido como De veritate catolice fidei contra errores gentiliu escrito por Tomás de Aquino en 1480 en Venecia, impreso en Latín con letra gótica redonda por Joanne Moreniego.
Libros de 1900
Una de las cuatro bibliotecas mayores de la Red Capital de Bibliotecas Públicas de Bogotá, es la Biblioteca Pública Virgilio Barco, la cual abrió las puertas al público el 20 de diciembre de 2001, para rendirle homenaje al ex presidente Virgilio Barco Vargas, con una colección de 93.400 volúmenes, entre libros, tabletas, libros digitales y material audiovisual.
Otra dimensión del espacio público ha creado esta biblioteca, para que las personas accedan a ella en una forma libre y gratuita, debido a la gran área que dispone. Tiene una sala general que cuenta con 640 puestos de lectura, donde se pueden consultar por un sistema Deway de clasificación.
Esta biblioteca tiene el libro de Francoise Auguste Rene Visconde de Chateaubriand, El Genio del Cristianismo publicado en Paris por la Casa editorial Garnier Hermans, pero en su versión castellana de Miguel del Toro y Gómez de 1900 con más de 494 hojas.
Igualmente la Biblioteca Pública Carlos E. Restrepo, creada por el Banco Central Hipotecario, pero fue en 1999 que entró a ser parte de la Red Capital de Bibliotecas Públicas, la cual cuenta con 169 puestos de lectura y atiende un promedio diario de 700 usuarios en sus salas general, literatura, infantil, de actividades, capacitación, múltiple ludoteca e internet y multimedia.
El libro más antiguo que esta biblioteca posee por el momento es el del autor Felipe Ximénez de Sandoval, Antonio Alcalá Galeano (El hombre que no llegó) de 1948 con una tipografía de 923.2 A52X.