por Miguel Delaney
El portugués José Mourinho volvió a demostrar su mala relación con la prensa cuando insistió, en tono enfadado, que el fichaje del colombiano Juan Cuadrado, poco antes del cierre del mercado invernal, no fue una operación "de última hora".
Mourinho rechazó el pasado fin de semana comparecer ante la prensa antes y después del encuentro que enfrentó al líder Chelsea contra el segundo, Manchester City, como protesta por el tratamiento que los medios dispensaron al delantero hispanobrasileño Diego Costa, sancionado con tres partidos por un pisotón a un rival, en un encuentro anterior contra el Liverpool, que el árbitro no vio.
El técnico, que puede ser sancionado por la Premier League por esa actuación, admitió en la previa del partido ante el Aston Villa, que comparecía ante la prensa porque estaba obligado y respondió a los periodistas de mal humor.
Preguntado de entrada su estaba contento por el fichaje de Cuadrado (llegado de la Fiorentina a cambio de casi 35 millones de dólares), Mourinho respondió con un escueto "normal".
"No es un fichaje de última hora. Fue una reacción a la marcha de Schurrle. Cuadrado es un jugador al que conocemos desde hace tiempo", añadió poco después.
La llegada de Cuadrado coincidió con la marcha del delantero germano André Schurrle, vendido por el Chelsea al Wolfsburgo más o menos por el mismo precio que el coste del colombiano.
Cuestionado después por que nunca ha ganado como entrenador en el Villa Park (junto al Saint James Park es el único campo donde el portugués no conoce el triunfo en Inglaterra), Mourinho se limitó a decir: "Porque el rival marca más goles que nosotros... y a veces los mismos goles".
- Un silencio ruidoso -
Pero el humor de Mourinho se volvió definitivamente desagradable cuando le preguntaron por qué no le gusta hablar con los periodistas.
"¿Hablar con ustedes? Saben por qué estoy aquí, por lo que no pueden esperar que este 'superfeliz' de estar aquí", señaló, refiriéndose a la obligación de comparecer ante los medios.
Los periodistas insistieron en conocer las razones de su mala relación con la prensa. "Si ustedes quieren, pueden hacer el silencio muy ruidoso. Depende de lo que quieran hacer (...) Ustedes saben la razón de mi silencio. Si yo fuese periodista, del silencio podría escribir muchas palabras".
Sobre si espera ser castigado por no comparecer antes los periodistas, Mourinho recordó al entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, uno de sus 'enemigos' favoritos y al episodio en el que el francés empujó el portugués en el partido de la primera vuelta.
"Lo único que me sorprendió en relación a esto es que yo no fuese castigado cuando fui empujado por otro entrenador. Aparte de esto, no espero nada".
La conferencia de prensa acabó como empezó, con mensajes muy escuetos y al hablar de las bajas de su equipo ante el Aston Villa, Mourinho ni siquiera quiso nombrar por su nombre a Costa: "(Luis) Filipe está lesionado y el jugador que está sancionado... está sancionado. El resto está bien"/AFP.