Como una olla a presión a punto de explotar fue comparada en el Congreso la crisis del sector agrícola en el país, y los acuerdos en el marco del paro cafetero protagonizaron las críticas negativas del día.
La política estructural para el sector recibió fuertes cuestionamientos por parte del presidente de la Comisión Tercera del Senado, Camilo Sánchez, del Partido Liberal, y el congresista de Cambio Radical, Bernabé Celis, dos de los citantes al debate de ayer.
Sánchez insistió en que hasta ahora el país no cuenta con ninguna política seria sino que “simplemente son pañitos de agua tibia que hacen daño a la economía. Por qué no han hecho caso al mismo informe del Banco de la República sobre el tema cafetero en el que decían que esto iba a pasar”.
Adujo que sencillamente el Gobierno hizo mala negociación ya que “si la hubiéramos hecho en la Reforma Tributaria, nos hubiera costado 10.000 pesos menos porque ese era el monto al que aspiraban los caficultores en su momento, 135.000 pesos por carga de 125 kilos”.
El problema
Sin embargo, “llegamos a 145.000, lo hicimos mal y dejamos el precedente para que otros sectores que están en las mismas condiciones hagan lo mismo, porque viene por ejemplo el del arroz, la panela, caña, huevos, leche que están preocupados y que harán paros”.
Para Sánchez, el problema es que dicho acuerdo con los caficultores fue coyuntural pero no mejora la situación, y “si esto continúa como vamos, en seis meses volvemos a la misma negociación porque no cambiaron las condiciones, ni la forma de sembrar, ni la comercialización, ni la Federación de Cafeteros, ni tenemos un fondo de estabilidad”.
A su turno, el senador Rodrigo Villalba, también liberal, se unió a los reclamos al decir que “la Federación de Cafeteros está mal porque no tiene dinero para subsistir, se está sosteniendo por el Gobierno y eso no es bueno”.
Al tiempo que informó sobre una iniciativa para desmontar el 4X1.000, “pero antes proponemos usar un punto de este impuesto para ser invertido en el sector agropecuario”, dijo Villalba.
En su defensa, el viceministro de Agricultura, Andrés Felipe García, afirmó que adelantan planes de choque para atacar los principales problemas, “pero que esto no nos haga perder de vista sobre los cambios estructurales para lograr efectivamente la competitividad. Porque si no trabajamos en eso a la vuelta de unos años no habremos hecho más que tirar una plata a la caneca”.
La defensa
Simultáneamente, en la Comisión Quinta de Senado también se adelantaba un debate del sector agropecuario en el que el jefe de la cartera ministerial Juan Camilo Restrepo argumentó que “con un esfuerzo presupuestal grande, el Gobierno está cumpliendo con todo rigor el acuerdo cafetero”.
Restrepo reiteró el compromiso adquirido por el Gobierno para que todos los cafeteros, cedulados o no, tengan acceso al subsidio de Protección al Ingreso al Caficultor (PIC) que se reconoce a los cultivadores del grano.
“A ellos, a los que no tienen cédula, que se estiman son 120.000, como a los que la tienen, debe llegarles el subsidio cafetero por parejo y por igual”, al tiempo que dijo que en Pereira “se adelantan reuniones de carácter técnico, con presencia de voceros del Gobierno y de la Federación de Cafeteros que lo instrumentalizará, dirigidas a asegurar el pleno cumplimiento de lo acordado”.
“No puede ser que alguien que no es cafetero, comerciante o intermediario, aparezca de pronto vendiendo 50.000 sacos de café y cobrando un subsidio por ellos; o no puede ser que alguien que tiene en stock, en una casa comercializadora, 400, 500.000 sacos, que ahora venga y los saque para darles una vuelta y volver a cobrar el subsidio que es muy costoso; ni puede ser que alguien que esté importando un café o que lo traiga de contrabando, encima de eso cobre el subsidio”, señaló Restrepo.