Crecimiento económico sería de 5,5% este año: Emisor | El Nuevo Siglo
Viernes, 11 de Noviembre de 2011

La economía colombiana crecerá alrededor de 5.5 por ciento este año, aseguró el gerente del Banco de la República José Darío Uribe. El directivo señaló que este porcentaje se enmarca dentro de la meta establecida para el presente año, que oscila entre cinco y seis por ciento.

De acuerdo con Uribe, el Producto Interno Bruto del país en el segundo semestre del año registrará un crecimiento alrededor de seis por ciento.
Dijo que en estos momentos se viene presentando un buen comportamiento en los sectores de consumo de hogares, los créditos hipotecarios, las exportaciones y la demanda interna.
El funcionario consideró que para el próximo año el crecimiento del PIB estará entre cuatro y seis por ciento con un punto medio de cinco por ciento.
En Colombia la nueva información disponible para el tercer trimestre de 2011 sugiere que la economía se habría expandido a una tasa mayor que la observada en el primer semestre. Al igual que en la primera mitad del año, el crecimiento del tercer trimestre habría estado impulsado por el consumo y la inversión.
Las exportaciones totales en dólares crecen a tasas altas, lo que se explica en gran parte, por los altos precios internacionales de nuestros principales productos básicos de exportación (petróleo y sus derivados, ferroníquel, carbón, café y oro).
Con respecto al consumo, las importaciones y el comercio destinados a este sector, así como el nivel del índice de confianza del consumidor y la menor tasa de desempleo, indican que el gasto de los hogares continúa con un alto ritmo de expansión. La inversión también tiene perspectivas favorables. Esto se puede inferir de las importaciones de bienes de capital tanto de maquinaria como de equipo de transporte. El elevado aumento de las licencias de construcción, otorgadas especialmente para vivienda, también son indicios del buen desempeño de la inversión.
El crecimiento anual del crédito se estabilizó en una tasa elevada, muy superior al aumento del PIB nominal estimado para 2011. El crédito a los hogares más dinámico es el de consumo. La cartera hipotecaria y comercial también muestra variaciones anuales importantes. Lo anterior se viene presentando junto a unas tasas reales de interés de préstamos que se mantienen por debajo de sus promedios históricos (exceptuando la de tarjetas de crédito).
En el tercer trimestre la aceleración de la inflación anual se explicó, principalmente, por el comportamiento transitorio de los precios de los alimentos y, en menor medida, por el resultado del IPC de regulados. En el grupo de alimentos los factores climáticos adversos han reducido la oferta de ciertos productos perecederos como la papa, y también se incrementaron sus costos de transporte. Estos hechos transitorios, que explican en gran parte la aceleración en los precios de los alimentos, pueden revertirse hacia finales de año o comienzos de 2012. En el caso de los regulados, su mayor ritmo de aumento en los precios obedeció al incremento en la energía eléctrica originado en la ciudad de Cali.
En septiembre la variación anual del IPC de bienes y servicios no transables se situó en 4,8%, explicado nuevamente por el comportamiento de los precios de los alimentos y de los regulados. Al excluir estos últimos de dicha subcanasta, su resultado descendió de 3,8% en junio a 3,5% en septiembre. Dentro de este grupo, el IPC de arriendos registró durante el trimestre aumentos anuales un poco superiores al punto medio del rango meta.
Por el lado de la demanda interna, la economía colombiana exhibe un importante crecimiento. Si la confianza y los precios internacionales de los principales productos de exportación continúan en niveles altos, sería de esperar que el fuerte dinamismo en la demanda se prolongue hacia los próximos trimestres y genere presiones de capacidad.
Esto último podría dar paso a una situación de exceso de demanda y generar presiones inflacionarias. Así mismo, el aumento del crédito a las empresas y a los hogares crece a tasas elevadas y supera ampliamente el crecimiento del PIB nominal. Los precios de los activos, en especial de la propiedad raíz, están en niveles históricamente altos. De continuar todo esto por un período prolongado, podría crear desbalances financieros y amenazar la sostenibilidad del crecimiento del producto y el empleo en el mediano plazo.