Cerca de 300 personas ya hacen parte de las ‘escuelas de reparación’, estrategia diseñada por la Unidad para la Atención y Reparación Integral de Víctimas, con el objeto de que esta labor vaya más allá de entregar un cheque a los afectados por el conflicto armado. La idea es mostrarles que su situación le interesa al Estado.
Al respecto la directora de la Unidad, Paula Gaviria, dijo que “es un grupo de hombres y mujeres que están trabajando con la Unidad en todo el país, con un perfil muy especial de personas que han trabajado con víctimas, estamos privilegiando en esa escuela a víctimas también. Muchas víctimas en todo el país nos dicen, ‘les aseguro que si trabajan conmigo, yo puedo hacer maravillas’, y es verdad. Tenemos muchas víctimas que son enlaces de reparación de esta escuela, y realmente lo que se genera en ese contacto de una víctima con otra, esa víctima allá en el Estado y la otra acercándose por primera vez, es superpoderoso”.
Los enlaces están ubicados en los diferentes puntos de atención en todo el país para reparar a las víctimas, actualmente hay 85. En esa línea de trabajo, la Unidad contacta a la persona que va a ser reparada, la cual ha pasado por varios procesos administrativos, que arrancan con su inscripción en el registro nacional de víctimas y luego sigue un cruce de información para verificar si efectivamente fue afectada por el conflicto.
Gaviria explicó que se está llamando a los ciudadanos que han solicitado la reparación hace más tiempo, “hay gente que estaba solicitando su reparación desde el 2008, a ellas las hemos priorizado en la respuesta. La persona se acerca a la cita con su enlace, en esa cita se le entrega una carta que nosotros llamamos una carta de dignificación, de satisfacción, escrita por mí, en donde le decimos a la víctima que lamentamos mucho lo que le sucedió, que nunca debió haber sucedido, que lamentamos también que el Estado no hubiera estado ahí para socorrerla, para apoyarla. Que acaba de entrar en una ruta de reparación, que si quiere contar con el acompañamiento del Estado, pues el Estado está dispuesto a estar con ella.
Que su reparación es integral, que esto solamente va a ser un aspecto compensatorio de la indemnización y que si también quiere, el Estado también quiere acompañarla en un plan de reparación y en un programa de acompañamiento a la inversión de los recursos”.
Gaviria señaló también que lo que han podido observar en estos encuentros de Estado y víctima, sentados frente a frente “ha sido un efecto muy fuerte que el Estado busque a la víctima y le diga ‘usted hace rato está esperando esto, venga que quiero hablar con usted’. Porque la lógica es al revés, la víctima busca al Estado y nunca lo encuentra. Eso también es como una obsesión de lo que queríamos hacer desde la implementación de la política. Las víctimas dicen ‘¿yo le importo al Estado?’, lo han dicho así. Inclusive se tienen que sentar, se ponen a llorar”.
Esa conversación con el Estado, representado por los enlaces al servicio de la Unidad, que como se dijo anteriormente algunos también son víctimas, se prolonga por lo general durante dos o tres horas. Es una conversación acerca de lo que le pasó a la persona, de cuál ha sido su vida desde ese momento, de qué tantas puertas le han abierto. “Y llegamos a hoy, quién es usted, qué quiere hacer mañana, qué perspectivas tiene de una posible reparación del Estado”, explicó Gaviria.
Añadió que la Unidad ha comprendido con esta experiencia que ahí está la clave, “en ese tratamiento directo, ojalá personalizado. Ya estamos viendo que no vamos a poder con todas las víctimas hacer eso. Nos estamos ingeniando fórmulas de alianzas, pues yo he pensado con universidades, lo que pasa es que toca mirar muy bien los requisitos. No todo el mundo está en capacidad de tener este intercambio con la víctima para poder ampliar esta escuela y llegar a más personas”.
En ese sentido se estudian otras alternativas para llegar a las víctimas que están a punto de ser reparadas, por ejemplo por la vía telefónica por medio de redes de apoyo, método que ha sido muy exitoso en otros países para establecer contacto con poblaciones específicas.
“Estamos haciendo también para el tema psicosocial, en la nueva ruta de atención y reparación en los centros de atención, un ejercicio por ejemplo con grupos, se ha probado en algunas partes que se puede, dependiendo de las victimizaciones. Se puede hacer terapias con grupos, lo estamos ensayando ya en Medellín, lo vamos a ensayar en Bogotá, en Cali, en diferentes partes, como para tratar de llegarle a más gente. Estamos enfrentados a la importancia de la relación personal, que eso es lo que hace que para la persona haya alguna diferencia, y la masividad.
Igual si optamos por la política del uno a uno, va a haber un montón de gente frustrada porque el Estado no va a llegar sino dentro de mucho tiempo, y eso también se puede volver perverso para el proceso, y pues la lógica también de igualdad, digamos, solo algunos van a tener acceso a un tratamiento más especializado y personalizado por parte del Estado, lo cual tampoco es bueno. Entonces estamos buscando fórmulas”.
Qué hacen con la compensación
En ese proceso de acercamiento con los afectados que esperan ser compensados, la Unidad ha encontrado que lo que más anhelan las personas es una vivienda. 46% de las víctimas quiere comprar o mejorar su vivienda con la plata que le entregará el Estado.
En segundo lugar, un 19% de las víctimas quiere tener un negocio o volverlo a tener como antes de ser afectado en medio del conflicto por alguno de los actores armados.
Un porcentaje menor de las personas han afirmado que piensan invertir el dinero de la compensación a que tienen derecho en una rehabilitación, pues se sienten muy traumatizados.
Superada la meta
La Unidad para la Atención y Reparación Integral de Víctimas tiene como función liderar acciones del Estado y la sociedad para atender y reparar integralmente a los afectados por la violencia a partir del 1º de enero de 1985. Además coordina las acciones de las diversas entidades que conforman el Sistema Nacional de Atención y Reparación a las Víctimas –Snariv-.
Este organismo inició actividades el 2 de enero de 2012, con la meta de que 110 mil personas recibieran la reparación administrativa este año. Sin embargo, a la fecha esta cifra ya fue superada, pues desde mayo hasta hoy, 120 mil ciudadanos han recibido este beneficio.
De otra parte, Gaviria dijo que la Unidad para la Atención y Reparación Integral está haciendo un esfuerzo para precisar cuántas víctimas hay en el país y quiénes han sido los autores de la victimización.
“Si bien no es una pregunta que se le hace a la víctima al momento de presentar su declaración ante el Ministerio Público, muchas de ellas sí expresan cuál fue el autor de la victimización”, acotó Gaviria.
El Gobierno calcula que será necesario reparar a cerca de
3.600.000 víctimas durante los 10 años de vigencia de la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras.