Una mujer en el abanico de los cuatro aspirantes, que deberán presentar su primer examen ante el pleno de los signatarios de la Corte este mes.
Las destrezas para investigar de Sherlock Holmes, la diplomacia de Otto von Bismarck y el talento gerencial de Steve Jobs, en pocas palabras una especie de superhéroe, son las características que deberá reunir el futuro fiscal principal de la Corte Penal Internacional.
El sucesor de Luis Moreno Ocampo, quien dejará su cargo en junio tras ejercerlo desde 2002, tendrá como gran reto perseguir y detener a jefes de Estado que hayan cometido genocidios y a otras grandes figuras responsables de crímenes y violaciones masivas.
La búsqueda del reemplazo se inició hace varios meses y a hoy, de una baraja de 52 posibles sólo quedan cuatro en liza.
El fiscal Moreno Ocampo presentará hoy al Consejo de Seguridad de la ONU un informe sobre sus esfuerzos para detener a destacados sospechosos de cometer crímenes de guerra, que deberá continuar su sucesor, pero dotado de más y mejores herramientas para que la Corte pueda “ejecutar” sus sentencias.
Pero Moreno también está en la tarea, que intensificará hasta fin de año, de buscar a su reemplazante y por ello analiza detalladamente a los cuatro aspirantes, quienes deberán presentar antes de concluir el mes un “examen” oral ante el pleno de la Corte, en Naciones Unidas.
Así, la CPI podría escoger a una superheroína como la suplente de Moreno Ocampo, Fatou Bensouda, ex ministra de Justicia en su Gambia natal, y considerada por muchos diplomáticos como la favorita.
Bensouda se disputará el cargo con Mohamed Chande Othman, el máximo magistrado de Tanzania; Briton Andrew Cayley, uno de los fiscales del tribunal especial que juzga los crímenes de los jemeres rojos en Camboya; y Robert Petit, el mayor especialista en crímenes de guerra del ministerio canadiense de Justicia.
Los cuatro se presentarán este mes en la sede de la ONU ante los cerca de 120 signatarios del estatuto de la CPI, quienes intentarán elegir por consenso al candidato antes de una elección a principios de diciembre.
"Encontrar a la persona ideal para el cargo de fiscal de la CPI es prácticamente imposible", dice Richard Goldstone, el primer fiscal de los tribunales internacionales para la antigua Yugoslavia y Ruanda, que juzgaron los crímenes contra la humanidad cometidos en esos países.
"Se requiere a un superhombre o a una supermujer en materia legal", opinó Param-Preet Singh, un importante abogado de la ONG Human Rights Watch.
La CPI incluyó al presidente de Sudán, Omar al Bashir, en su lista de personas buscadas por genocidio en Darfur y también expidió una orden de arresto contra el ex hombre fuerte de Libia, Muamar Gadafi, quien fue abatido por combatientes rebeldes el 20 de octubre.
El hijo fugitivo de Gadafi, Seif al Islam, está negociando actualmente con la CPI, y altos funcionarios kenianos y líderes de las milicias de la República Democrática del Congo también se hallan en su lista de requeridos.
El fiscal debe tener elevadas aptitudes en materia de derecho internacional, pero como también será la cara visible de la CPI, debe manejarse sabiamente con la prensa para proyectar el mensaje de la corte en el mundo, afirma Goldstone.
"Se necesita a alguien que comprenda la exigencia de actuar independientemente y con imparcialidad en un escenario internacional para defender la necesidad de justicia y las necesidades de las víctimas, en momentos en que quizás no siempre es conveniente para la comunidad internacional", agrega Singh.
Con tantos sospechosos prominentes, la diplomacia también es decisiva.
"Si usted no comprende la política de la justicia internacional, tampoco comprende la justicia internacional", asegura Goldstone. "No puede divorciarse de la política, porque esos tribunales se basan en la cooperación internacional".
La CPI jamás detendrá a sus sospechosos sin la ayuda de los gobiernos involucrados, agregó.
Moreno Ocampo, quien abandona el cargo el próximo junio tras ocuparlo desde 2002, debió presionar fuertemente para obtener apoyo con miras a detener a Bashir.
A pesar de que los organizadores de la elección buscarán un consenso sobre un candidato único antes de la votación, los políticos jugarán inevitablemente un papel decisivo.
Los países africanos se quejan de que la corte se focaliza demasiado en el continente y no en lo que hacen los líderes occidentales, e incluso intentaron frenar la persecución contra Al Bashir.
La Unión Africana manifestó públicamente su apoyo a Bensouda, y varias naciones europeas se dicen a favor de un candidato africano para atenuar las críticas contra la CPI.
Goldstone subrayó que de las siete investigaciones que lleva a cabo la CPI, todas conciernen a África y que sólo una inició como iniciativa de la corte. Las otras se llevan a cabo a petición de gobiernos de Estado o del Consejo de Seguridad de la ONU.
EL NUEVO SIGLO - AFP