El gobierno británico anunció que se reunirá con representantes de grupos armados de la oposición siria, mientras que el primer ministro David Cameron instó a un dar un enfoque más internacional para poner fin al derramamiento de sangre en ese país.
El ministro de Relaciones Exteriores, William Hague, estimó en una declaración escrita al Parlamento que estos grupos tienen un papel "cada vez más influyente" dentro de Siria a medida que se recrudece el conflicto entre el régimen de Bashar al Asad y los rebeldes.
"He ordenado, por tanto, a funcionarios del ministerio que mantengan contactos directos con un abanico todavía más amplio de representantes, incluyendo figuras militares en la oposición armada", agregó en su informe enviado a los diputados.
Según Hague, estos contactos, que se llevarán a cabo en un tercer país, permitirán un mejor entendimiento de la situación en ese país, y de la relaciones entre los diferentes grupos de oposición a fin de poder "respaldar una transición política de manera apropiada".
El ministro agregó sin embargo que no se trata en ningún caso de armar a estos grupos, sino de buscar "una solución pacífica y duradera" a un violento conflicto que comenzó hace casi 20 meses.
Hague nombró el año pasado un enviado especial ante la oposición siria, John Wilks, quien participará mañana con representantes de Francia, Turquía y Estados Unidos en una reunión de las fuerzas de oposición sirias en Doha.
Durante una visita este miércoles a un campo de refugiados sirios en el norte de Jordania, última etapa de una gira que lo llevó previamente a los Emiratos Árabes Unidos y a Arabia Saudí, el primer ministro David Cameron instó a la comunidad internacional a intensificar su esfuerzo para solucionar la crisis.
"La comunidad internacional debe reconocer que lo que hemos hecho no es suficiente", dijo en una entrevista con la BBC. "Necesitamos más presión de Naciones Unidas, más ayuda para la oposición, más acciones para apretar la tuerca a este horrible régimen, y esta es mi prioridad con el recién reelegido presidente" en Estados Unidos, Barack Obama.
El ministerio de Desarrollo Internacional anunció por otra parte un incremento de 14 millones de libras (17,5 millones de euros, 22,5 millones de dólares) en la partida de ayuda de emergencia a los refugiados sirios, que elevará el total de la ayuda humanitaria británica a Siria hasta los 53,5 millones de libras.
El martes, Cameron se declaró favorable a la entrega de un salvoconducto a Asad para que abandone el país, si eso sirviera para poner fin al conflicto.
"Tenemos que preguntarnos qué más podemos hacer: ¿Cómo podemos ayudar a la oposición? ¿Cómo podemos presionar a Asad? ¿Cómo podemos trabajar con socios en la región para invertir la situación?", declaró el primer ministro británico en una entrevista con la cadena de televisión Al Arabiya.
La violencia en Siria dejó el martes por lo menos 131 muertos -68 civiles, 44 soldados y 19 rebeldes- en todo el país, según un balance provisional del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que estima en 36.000 muertos el balance total de víctimas del conflicto.