La retención del buque escuela Libertad en Ghana por el reclamo de un fondo especulativo, que ya se cobró la renuncia del jefe de la Armada argentina, genera una controversia sin precedentes desde que Buenos Aires refinanció el 93% de la deuda en 'default', declarado en 2001.
Una delegación de funcionarios argentinos mantiene negociaciones en Accra con autoridades de Ghana para lograr la liberación de la fragata Libertad, un emblemático navío de la marina argentina, cuya retención desde el 2 de octubre generó fricciones internas en el gobierno de Cristina Kirchner.
"La retención de la fragata tiene un fuerte efecto simbólico. En un momento en el cual el gobierno ha disminuido su consenso, el hecho es más visto como un error de gestión, que como una agresión a la soberanía argentina", dijo a la AFP Rosendo Fraga, director de la consultora Nueva Mayoría.
Según Fraga, el episodio, que ha generado roces entre los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores por el derrotero del buque escuela, tampoco favorece la imagen internacional de Argentina porque, dijo, aparece como "un país que no termina de resolver el tema del 'default'".
El jefe de la marina de guerra, el almirante Carlos Alberto Paz, presentó el lunes su renuncia, luego de que el gobierno sancionara a dos oficiales investigados por la retención de la fragata.
"Hay que ser muy ciudadosos porque en donde se durmieron siempre hay un tribunal en el exterior que puede interpretar a favor de esos grupos inversores", dijo a su vez Eduardo Blasco, director de la consultora Maxinver.
El viaje de instrucción de la fragata, con una tripulación de más de 200 militares y colegas extranjeros invitados, contemplaba varios puntos de América latina, Europa y Africa, mientras que en 2011 sólo atracó en puertos de la región para evitar, según medios de prensa, intentos de embargo por reclamos de fondos especulativos por su deuda en mora./AFP