El paro que realizan campesinos en Colombia desde el 19 de agosto y que el jueves derivó en violentos disturbios que dejaron en Bogotá dos muertos, continuaba este sábado en medio de la expectativa del diálogo con el gobierno.
"El paro continúa", dijo Luzdary Molina, miembro de la Asociación de pequeños agricultores de Boyacá, comprometida en la protesta, en declaraciones telefónicas a la AFP desde Tunja, capital del departamento (provincia) de Boyacá.
En Tunja se reanudó en la mañana del sábado las negociaciones entre los delegados del gobierno del presidente Juan Manuel Santos y de los campesinos de los departamentos de Boyacá, Cundinamarca (centro) y Nariño (sur).
"Hay una gran presión para que se abra la mesa de negociación a los otros sectores campesinos y de otros departamentos que también están en paro", explicó Molina, quien resaltó que los bloqueos de carreteras han empezado a levantarse.
El viernes los líderes de la protesta campesina instaron a levantar los bloqueos tras lograr acuerdos parciales con el gobierno.
Pese a que la mayoría de los bloqueos habían sido levantados, persistían algunos cortes de carreteras este sábado en los departamentos de Huila (suroeste) y Nariño (suroeste y fronterizo con Ecuador), donde los indígenas también protestan.
"Le pedimos a los campesinos que no han hecho caso a esa instrucción, que de manera inmediata procedan a aceptar esa solicitud (levantar los bloqueos), porque eso nos permite saber quiénes son los infiltrados", dijo a periodistas Aurelio Iragorri, secretario de presidencia y jefe de la delegación del gobierno.
Iragorri aseguró que el diálogo se reinició a las 09H00 locales "tratando de encontrar soluciones definitivas (....) a un paro campesino que no es de ahora. Lleva cincuenta años en una situación de abandono, como lo reconoció el presidente Santos", dijo.
En este sentido, el gobierno de Santos quiere ampliar la mesa de negociación al sector agrario en general para realizar un "gran pacto nacional agropecuario", indicó Irragorri.
"Necesitamos incorporar a esta mesa de diálogo no sólo a la problemática de los departamentos que hoy participan, sino incorporar toda la problemática agraria de toda Colombia", puntualizó, avanzando que esa mesa se instalaría en Bogotá la próxima semana.
Aunque en la negociación que hasta ahora se ha llevado a cabo se han logrado avances, lo que ha entrabado la negociación son los tratados de libre comercio (TLC) que ha suscrito Colombia, especialmente los vigentes con Estados Unidos y la Unión Europea, reveló Molina en declaraciones a la AFP.
"El gobierno dice que no puede reversar los tratados y asegura que a través de ellos apenas se importa 1% de papa y hortalizas", dijo tras mostrar su desacuerdo con esa cifra.
"Los tratados tienen un gran impacto. Necesitamos subsidios, que se controlen las importaciones y los altos costos de los insumos", agregó.
Las negociaciones se reanudaron en un ambiente más tranquilo, luego de los violentos disturbios que ocurrieron la noche del jueves en Bogotá, cuando manifestaciones de apoyo a la protesta campesina terminaron en actos de vandalismo con destrozos en estaciones de transporte público, sedes bancarias y comercios, además de fuertes choques con la Policía.
Esa situación llevó al presidente Santos a ordenar la militarización de la capital colombiana, con más de 7 millones de habitantes.
Además de los cuantiosos daños, la violencia dejó 147 personas heridas y al menos 40 detenidos.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, atribuyó los actos de violencia a "infiltrados" de la guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con la que el gobierno de Santos realiza una negociación de paz desde noviembre de 2012 en Cuba.
AFP