La fuerte contaminación atmosférica en Pekín y en decenas de grandes ciudades de China provocaba este lunes una creciente irritación, que se expresaba abiertamente en internet y buen número de medios de comunicación, con críticas al desenfrenado ritmo de crecimiento económico del país.
Durante el fin de semana, una espesa niebla con un aire muy cargado de partículas finas envolvió el norte y este de China, donde afectó a los transportes y provocó una venta masiva de mascarillas.
La densidad de partículas de 2,5 micrones de diámetro (PM 2,5), las más peligrosas, superaron en ciertas zonas el límite de 993 microgramos por metro cúbico, según el centro de vigilancia medioambiental de la capital china. Las PM 2,5 pueden penetrar hasta en los alvéolos pulmonares y emigrar a la sangre.
La televisión estatal CCTV seguía desaconsejando este lunes el uso de la bicicleta en Pekín, donde la visibilidad seguía siendo reducida.
"Edificar una hermosa China empieza por respirar de manera sana", titulaba en primera plana el Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista chino.
La contaminación atmosférica preocupa cada vez más a los chinos y el diario China Daily calificaba este lunes de "saludable" el debate creciente sobre esta cuestión.
"En pleno proceso de urbanización rápida, es urgente que China reflexione sobre la manera de llevar este proceso sin que la calidad de vida urbana se vea comprometida por un medio ambiente cada vez más deteriorado", estimó el diario en un editorial.
Las autoridades son acusadas con frecuencia de subestimar o bien ocultar la gravedad de la contaminación atmosférica en las zonas urbanas. El diario Global Times exigió "la publicación de los datos medioambientales con toda franqueza".
Segunda potencia económica del planeta y primer mercado mundial del automóvil, China ve amenazado su medio ambiente por sus numerosas industrias contaminantes, su tráfico por carretera en constante expansión y su laxismo a la hora de proteger los ecosistemas.
Además, un 70% de su energía proviene de la combustión del carbón, lo que convierte a China en el primer emisor mundial de gases de efecto invernadero.
"Si seguimos con este modelo de desarrollo sin ajustarlo, los daños a largo plazo van a ser graves", advirtió por su lado el diario Global Times. "La contaminación se acumula en China" y pese a las medidas adoptadas "el problema se agrava", subrayó el diario.
Siempre dispuesto a reírse de los excesos de su país, el artista contestatario Ai Weiwei publicó en internet fotos de sí mismo usando una mascarilla de gas. Fue imitado por numerosos internautas, entre ellos una mujer que confesaba en un microblog sentirse "tan encolerizada".
En la bolsa de Shanghai, la cotización de la acción de la sociedad Shanghai Dragon, un fabricante de mascarillas filtrantes, se disparó un 10% -el máximo autorizado- al iniciarse el lunes la sesión.
Las autoridades chinas son acusadas frecuentemente de subestimar o esconder voluntariamente la gravedad de la contaminación atmosférica en las zonas urbanas. A partir de ahora, exigió el Global Times, se deberían "publicar datos medioambientales correctos y francos".
"La opción entre desarrollo y protección del medio ambiente debería ejercerse según métodos realmente democráticos", afirmó el Global Times, utilizando un concepto raramente utilizado hasta ahora.
AFP