La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció el miércoles en París la construcción de 800 o más aeropuertos regionales en este país 17 veces mayor que España que está en una carrera contrarreloj para mejorar su deficiente infraestructura de transporte y estimular su economía.
"Los números en Brasil son grandes. Pretendemos hacer en torno a unos 800 aeropuertos regionales o más" en cada ciudad de más de 100.000 personas, dijo Rousseff al responder preguntas de empresarios en la sede del Medef, la principal asociación empresarial francesa.
"Brasil es un país continental, no precisamos sólo ferrovías. Y algunas personas en Brasil sólo pueden trasladarse por avión. Queremos que las ciudades de más de 100.000 habitantes tengan un aeropuerto a 50, como máximo 60 km de distancia", afirmó Rousseff.
"Es una necesidad importante también para el crecimiento del país", añadió Rousseff, que expresó en Francia una vez más su rechazo a las medidas de austeridad en tiempos de crisis.
Sacudido por la crisis internacional, Brasil crecerá apenas un 1% este año, según las últimas estimaciones del mercado, el peor desempeño de un integrante del bloque de potencias emergentes BRICS al que pertenece junto a China, India, Rusia y Sudáfrica. El año pasado, la economía brasileña apenas creció un 2,7%, tras un fuerte alza del PIB de 7,5% en 2010.
Rousseff también anunció a los empresarios franceses que el jueves será licitada la primera etapa del tren de alta velocidad entre Rio de Janeiro y Sao Paulo -aplazada en 2010 y 2011-, con un costo estimado de 16.400 millones de dólares, y en la cual han mostrado interés cinco empresas extranjeras.
El tren podrá recorrer hasta 280 km/h, y el actual tiempo de viaje de seis horas para cubrir los 450 km de Sao Paulo a Rio podría reducirse a unos 80 minutos, con una vía más rápida y recta que la actual.
La licitación tendrá lugar en dos etapas, primero la tecnología a ser adoptada y el operador, y luego la construcción, según la mandataria.
Brasil, con una población de 194 millones de personas, el primer productor mundial de materias primas como azúcar, café, jugo de naranja y carne bovina, necesita más y modernos aeropuertos para poder transportar los commodities.
También busca mejorar su deficiente red interna de transporte con vistas a la Copa del Mundo de 2014 en Brasil y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio de Janeiro.
Los aeropuertos están congestionados, muchos en mal estado, y las reformas previstas para la Copa posiblemente no estarán listas para 2014, señalan analistas.
La mayoría de "los aeropuertos en Brasil están congestionados. Si la cosa no mejora y sigue como va, van a tener problemas", advirtió recientemente el presidente de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), Roberto Kriete.
El transporte aéreo en Brasil ha crecido más de 120% en la última década, cuando más de 30 millones de personas salieron de la pobreza y comenzaron a viajar en avión por primera vez, y supera de lejos el ritmo de aumento de la capacidad.
El gobierno privatizó en 2011 tres grandes aeropuertos, dos en Sao Paulo y uno en Brasilia, quebrando el monopolio de la estatal Infraero en el país.
Las privatizaciones de los aeropuertos de Rio de Janeiro y Belo Horizonte están atrasadas, y según Rousseff seguirán el modelo de los tres ya licitados: un 51% del control accionaria para la empresa privada ganadora y un 49% para la estatal Infraero.
Rousseff anunció en septiembre la mayor ola de concesiones al sector privado en Brasil, para construir o mejorar hasta 7.500 km de rutas y 10.000 km de vías férreas, con inversiones previstas por 66.000 millones de dólares, destinadas sobre todo al transporte de carga.
También anunció la semana pasada un plan de concesiones por 27.100 millones de dólares para modernizar los puertos.
AFP