El partido conservador de la canciller Angela Merkel sufrió este domingo una derrota en las elecciones regionales de Baja Sajonia, un duro golpe a dos días de comenzar las negociaciones para formar el próximo gobierno alemán.
Los socialdemócratas (SPD) ganaron los comicios en este estado del norte del país, logrando entre el 37 y el 37,5% de los votos, por delante del partido de Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), que obtuvo el 35% de los sufragios, según sondeos a pie de urna difundidos por las televisiones públicas ZDF y ARD.
Los Verdes (8-8,5%) quedaron en tercer lugar, superando a los liberales del FDP (7-7,5%) y el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) (5,5%), que entrará en un 14º parlamento regional, tres semanas después de acceder por primera vez a la cámara de diputados federal.
Este resultado es una buena noticia para el líder socialdemócrata Martin Schulz, que había sufrido este año tres derrotas en comicios regionales y una humillación en las legislativas.
Antes de éstas últimas, celebradas el 24 de septiembre, la CDU confiaba en poder arrebatarle a los socialdemócratas y los Verdes el estado de Baja Sajonia, que alberga la sede de Volkswagen, el gigante mundial del automóvil.
- Remontada -
Estos comicios anticipados se precipitaron después de que una parlamentaria ecologista abandonara la mayoría que permitía un gobierno regional del SPD para unirse a la CDU.
Los conservadores lideraron durante mucho tiempo las intenciones de voto, lo cual llevó al líder de los socialdemócratas en Baja Sajonia, Stephan Weil, a declarar este domingo que habían logrado el "éxito" tras una "larga remontada".
La derrota de la CDU, tres semanas después de que el partido ganara las legislativas con su peor resultado en décadas, se produce en un mal momento para la canciller, que llegará debilitada el miércoles al inicio de las negociaciones con los liberales del FDP y los Verdes para formar una coalición gobernante inédita a nivel federal.
Esta constelación diversa ha sido bautizada como "Jamaica" por los colores que aporta cada formación, negro de los conservadores, amarillo del FDP y verde de los ecologistas, como la bandera del país caribeño.
En las próximas semanas, los líderes de los partidos lucharán además de por las cuotas en el gobierno por temas claves que muchas veces los separan diametralmente, como la política migratoria, en un país que recibió en 2015 a más de un millón de demandantes de asilo.
Discrepancias
Los Verdes abogan por una política generosa con los refugiados y han rechazado el objetivo acordado recientemente entre la CDU y su aliado bávaro, la CSU, de fijar un máximo de 200.000 demandantes de asilo por año.
Los ecologistas apoyan asimismo una "solidaridad europea", mientras que el FDP rechaza cualquier reforma de la UE financiada por el contribuyente alemán.
"Yo soy escéptico sobre la posibilidad de un acuerdo", dice Oskar Niedermayer, politólogo de la Universidad Libre de Berlín.
De momento todos los partidos se niegan a hacer concesiones: los Verdes porque quieren conservar a su base ecologista, el FDP porque busca protegerse del traumatismo que le significó su alianza con Merkel en 2009, y la CSU porque quiere ganar las elecciones en Baviera el año próximo.
Tras 12 años al frente de la economía más importante de la Unión Europea, la canciller afronta además críticas de los elementos más conservadores de su partido, sobre todo de sus aliados bávaros de la CSU.
Éstos quieren endurecer la política migratoria alemana para recuperar a los electores que migraron hacia la AfD en las legislativas.
En caso de derrota en Baja Sajonia, "las quejas en el seno de la Unión [Demócrata Cristiana] deberían aumentar. Y esto podría complicar las negociaciones sobre la coalición Jamaica para Merkel", avisó antes de los comicios el semanario Der Spiegel.