La paliza que dejó en estado de coma a un adolescente gitano acusado de haber robado en un suburbio de París ha causado conmoción en Francia, llevando a su presidente, François Hollande, a condenar la agresión.
"Estos actos son despreciables, injustificados y van en contra de los principios de la República", dijo el jefe de Estado socialista expresando su "indignación" y pidiendo que "se haga todo lo posible para encontrar a los autores de esta agresión".
El joven de 16 años, que vivía con su familia y otros gitanos en una casa abandonada al norte de París, apareció por la noche inconsciente en un carro de supermercado, según una fuente policial.
Según los primeros elementos de la investigación, los agresores lo acusaban de haber asaltado pocas horas antes el domicilio de una vecina de la localidad Cité des Poetes.
"Varias personas fueron a buscarlo al barrio de chabolas en el que vivía y se lo llevaron por la fuerza", explicó otra fuente policial.
Según otra fuente próxima a la investigación fueron "una decena de personas" las que le dieron una paliza al adolescente en un sótano.
La madre de la víctima denunció la agresión.
El joven fue llevado en estado grave al hospital de París. "Su pronóstico vital es grave, está en coma", dijo una fuente judicial.
El primer ministro francés Manuel Valls también ha condenado "con gran firmeza" la "inaceptable" agresión del adolescente.
"Manuel Valls condena con gran firmeza la agresión de este joben y pide que se encuentre a los responsables de este inaceptable acto lo antes posible para que respondan por él ante la justicia", indicó a la AFP el entorno del jefe del gobierno.
Según una fuente judicial, el adolescente ya había realizado otros robos. La policía lo había detenido varias veces desde principios de junio, según dijo Michel Fourcade, el alcalde de la localidad donde vivía, que en las últimas semanas había denunciado otros actos de vandalismo y robos que se atribuyen a la comunidad gitana.
La casa abandonada donde vivía el adolescente estaba llena de basura a principios de esta semana. Ion Vardu, un vecino rumano, explicó a la AFP que el adolescente y otros 200 gitanos procedentes de Rumanía ocuparon la casa "hace aproximadamente tres semanas", pero la han abandonado después del drama.
Al marcharse "precipitadamente han dejado todo esto", explicaba el hombre mientras señalaba colchones, sujetadores, ruedas y envoltorios de comida que había por el suelo.
La ONG SOS Racismo considera que "este grave incidente demuestra la alarmante degradación de la imagen de los gitanos o supuestamente gitanos en la sociedad como resultado de las repugnantes tensiones que se viven entre los ciudadanos".
"Esperamos un cambio radical de discurso y una clara denuncia sobre esta violencia que les afecta", dijo el presidente de la asociación antirracista europea EGAM Benjamin Abtan.
Según las asociaciones de defensa de las minorías de Francia han aumentado las agresiones contra los gitanos.
En octubre de 2012 en Marsella (sur de Francia), las autoridades echaron a los gitanos de sus barriadas de chabolas y quemaron el campamento.