Figuras prominentes de la disidencia cubana pidieron al Congreso de Estados Unidos mantener el embargo hacia la isla, en medio de una visita a Washington en la que denunciaron el reciente acercamiento bilateral.
"Levantar el embargo significa legitimar la dictadura, darle oxígeno para que continúen en el poder reprimiendo, encarcelando y asesinando", dijo Sara Fonseca, integrante del grupo opositor Damas de Blanco.
El fin de las restricciones comerciales hacia la isla, vigentes desde 1962, solo beneficiaría al gobierno porque "la dictadura castrista posee en sus manos cada empresa económica que existe en Cuba", explicó Fonseca, exiliada en Estados Unidos.
"La familia Castro es dueña de Cuba", aseguró.
El presidente Barack Obama dio un paso histórico al cambiar en diciembre la política de aislamiento de Washington hacia Cuba, y en enero pidió al Congreso -dominado por la oposición republicana- que inicie este año la discusión del levantamiento del embargo a la isla.
Pero los disidentes cubanos, entre ellos la presidenta de Damas de Blanco, Berta Soler, advirtieron el jueves a los legisladores que cualquier concesión a Cuba debe ocurrir solo si hay cambios en la isla, como la legalización de partidos independientes y la celebración de "elecciones democráticas".
Jorge Luis García Pérez, conocido como Antúnez, resaltó que esos cambios "significan la separación del poder de los hermanos Castro".
Así está "reconocido en la actual ley de Estados Unidos hacia Cuba y debe permanecer", dijo en referencia a la legislación Helms-Burton de 1996.
Bajo la nueva política de la Casa Blanca hacia Cuba, que permitió la primera reunión bilateral de alto nivel en 35 años, funcionarios estadounidenses han dicho que esperan provocar cambios en la situación de los derechos humanos en la isla.
Pero Antúnez, quien estuvo en prisión de 1990 a 2007 en la isla comunista y posteriormente ha sido detenido temporalmente varias veces, señaló que el acercamiento entre Washington y La Habana es un "espejismo manipulado por la dictadura simple y sencillamente para perpetuarse en el poder".
"La dictadura castrista es un sistema irreformable", apuntó.
La audiencia ocurre dos días después de una sesión en una comisión del Senado, en la que un grupo similar de disidentes denunciaron reiteradas violaciones a los derechos humanos en la isla y se mostraron escépticos a las nuevas políticas de Washington.