Senadores del Partido Republicano anunciaron que hoy abra nuevas votaciones para aprobar el presupuesto, que el viernes el Senado no aprobó una extensión del presupuesto por cuatro semanas.
La Cámara de Representantes lo había aprobado el jueves, pero el viernes el partido Republicano no consiguió los 60 votos necesarios para adoptar la medida, debido a un desacuerdo sobre el tema migratorio.
Los primeros efectos de la paralización del gobierno federal se sentirán a partir de hoy, con el cese de actividades de cientos de miles de empleados federales. En las Fuerzas Armadas, los uniformados deberán permanecer en sus puestos, pero no recibirán su paga.
Tump acusó a sus adversarios demócratas de "simplemente querer una multitud de inmigrantes sin el mínimo control", pero no ha dado señales hasta el momento de cómo prevé salir de esta crisis, por lo que es prácticamente imposible calcular cuánto tiempo durará esta situación.
La oposición demócrata reclama una solución para los casi 700.000 inmigrantes, en su mayoría latinoamericanos, beneficiados por el programa DACA, lanzado en 2012 por el gobierno de Barack Obama, que les daba permiso para trabajar y estudiar legalmente en Estados Unidos. Trump no ha renovado este programa que vence el 5 de marzo.
Los republicanos, por su parte, dicen que no discutirán sobre este tema sin la reapertura de la administración federal.
La última vez que el gobierno federal se vio forzado a paralizar sus actividades fue en octubre de 2013, durante el gobierno de Obama, cuando 800.000 empleados públicos fueron licenciados durante 16 días.
En este contexto, Trump evocó en un tuit una posible reforma de los procedimientos de votación en el Senado.
Esta medida, conocida en Washington como "opción nuclear" marcaría una ruptura radical en el funcionamiento de esta institución que debe contrabalancear los excesos partidarios de la tumultuosa Cámara de Representantes.
El reglamento interior del Senado - compuesto por 100 miembros - estipula que para cada moción, todos los senadores tienen derecho a objetar. Esta objeción solo puede ser superada con el voto de las 3/5 partes del Senado. En la práctica, se necesitan los votos de 60 senadores para tomar alguna decisión.
Pero los republicanos cuentan con 51 bancas en el Senado.
Pero cruzar el rubicón y tomar la decisión unilateral de reducir la barra de 60 a 51 votos transformaría profundamente el funcionamiento del Congreso. La mayoría de los senadores se opone a esta iniciativa.