Condenados integrantes de las bacrim del Bronx | El Nuevo Siglo
Viernes, 20 de Diciembre de 2013

Cinco integrantes de las bacrim que delinquían en la zona del Bronx en Bogotá fueron condenados a penas entre cuatro y nueve años de prisión, luego que el Juzgado Séptimo Especializado de Bogotá avalara el preacuerdo establecido entre la defensa y la Fiscalía.

Los afectados con la decisión son: Luis Alfonso Moreno Ramírez, alias Otanche; Miguel Antonio Moreno Ramírez, alias El Gordo; Óscar Darío Cañón López, alias El Taxista; Germán Sánchez Quiroga y Jorge Alberto Ruiz Erazo alias el Chulo.

En el fallo, el juzgado estableció que Miguel Antonio Moreno deberá responder por los delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes; por lo que fue condenado a cuatro años de prisión y multa de 2.017 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

Luis Alfonso Moreno Ramírez cumplirá la misma pena de prisión por el delito de concierto para delinquir agravado, sin embargo su sanción económica es de 1.350 salarios.

Por su parte, Germán Sánchez Quiroga fabricación, quien con el  preacuerdo aceptó haber cometido los delitos de  tráfico y porte de armas, municiones de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, agravado; concierto para delinquir agravado y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes permanecerá privado de la libertad por nueve años y deberá pagar una multa de 2.219 salarios.

Entre tanto, Jorge Alberto Ruíz Erazo y Óscar Darío Cañón López, quienes aceptaron las conductas antes mencionadas, también admitieron el delito de uso de menores de edad para la comisión de delitos, y fueron condenados a nueve años, diez meses de prisión y multa de 2.219 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

De acuerdo con la abundante recolección de material probatorio en las investigaciones adelantadas por la Fiscalía 30 de la Unidad contra las Bandas Emergentes, se estableció que en la Localidad 14 de la capital del país, en el sector conocido como el Bronx, se concentraban cuatro micro estructuras criminales llamadas gancho escalera, el gancho mosco, el gancho homero y el gancho américa diagramados; y que contaban  con el poder de recibir mensualmente, aproximadamente 300 millones de pesos en venta neta de estupefacientes.

Asimismo se estableció que no era un micro tráfico, sino que se había convertido en macro criminalidad porque no solamente se dedicaban a la venta del estupefaciente sino que también al alquiler de armas de fuego y al uso de menores de edad para cometer ilícitos.

Una vez identificados e individualizados y, tras determinar que su centro de operación estaba entre Bogotá y Pereira, se inició la primera fase para desarticular  estas estructuras criminales. En este sentido se logró la captura de 23 personas incluyendo los máximos cabecillas de la banda, los jefes militares, sayayines o encargados de la seguridad, contadores y distribuidores; roles cumplidos por los cinco condenados.

Alias Otanche tenía el rol de ser el principal proveedor del Bronx, especialmente del gancho Homero. Le correspondía hacer las negociaciones con alias El Chulo. En Bogotá se incautaron varios cargamentos que eran de su propiedad.

De alias El Gordo, se determinó que era el encargado de hacer los pedidos, almacenar y comercializar las sustancias estupefacientes.

En cuanto a Germán Sánchez Quiroga, la Fiscalía estableció que se encargaba de la seguridad en el sector, la parte militar y el almacenamiento de las armas de fuego y el tráfico de sustancias estupefacientes; además de asociarse o reunirse con otros integrantes de estas bacrim y que ya están capturados como  alias Jairo o Jairin, alias Arnulfo, alias Angie, entre otros.

De otro lado, Óscar Darío Cañón López, alias el taxista, era quien adoctrinaba a las personas que trabajaban para él acerca de la forma de evadir los controles de las autoridades, y de ser necesario ofrecía dinero a las autoridades para evitar las capturas. Igualmente tenía entre sus funciones la de transportar los estupefacientes de un lugar a otro.

Por último Jorge Alberto Ruiz Erazo, alias el Chulo, tenía el encargo de coordinar y proveer la sustancia estupefaciente a los expendios, así como la seguridad y la provisión de las armas de fuego; organizar la nómina de los taquilleros, reclutar mujeres menores  de edad para realizar la venta y el transporte de los alucinógenos.

En esta primera fase Jairo Sánchez Quiroga, alias Jairo; Wilson Guío Ceballos, alias Guio, y Wilson Ovalle Osorio, miembros de la estructura criminal gancho Homero, deberán responder en juicio en calidad de coautores por los delitos de concierto para delinquir agravado, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego y municiones de uso privativo de las Fuerzas Militares, y  fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.