Por hallarlo responsable, en calidad de coautor, del asesinato de un campesino en hechos ocurridos el 26 de febrero de 1997, la justicia colombiana condenó a 300 meses de prisión al general (r) Rito Alejo del Río.
En desarrollo de la denominada operación “Genesis” que el entonces comandante de la Brigada XVII del Ejército emprendió con el fin de acabar con los frentes de las Farc que allí operaban, planeó y ordenó ataques aéreos en las regiones de Salaquí y Truandó, aledañas a Cacarica para facilitar la irrupción de paramilitares en la zona, según se desprende de la investigación y de testimonios de desmovilizados del grupo Luis Muentes, autores de la masacre en Bijao, comprensión municipal de Cacarica.
En esa incursión de las autodefensas fue asesinado el campesino Marino López Mena el 26 de febrero de 1997.
Los paras desmovilizados testificaron que al llegar a la zona tras caminar sin obstáculo alguno por 10 días y reunieron a los pobladores para “informarles” que debían abandonar el lugar y que posteriormente buscaron al campesino López Mena y tras torturarlo lo descuartizaron.
El informe del ente acusador indica que es muy sospechoso que los paramilitares hubiesen podido transitar libremente por el lugar pese a que los bombardeos del Ejército y la presencia de militares en la zona.