La coalición gubernamental en el poder en Portugal se encontraba ayer en plena crisis política tras la dimisión de dos ministros, suscitando el temor de un fracaso de la política de austeridad que reclaman sus socios europeos y los mercados.
"La situación debe aclararse cuanto antes", dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, quien apeló al "sentido de la responsabilidad" para que los esfuerzos realizados por los portugueses, sumidos en una severa cura de austeridad desde hace dos años, no sean "en vano".
Asimismo, el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha hecho un llamamiento en el mismo sentido y el gobierno alemán se encuentra "confiado" en que Portugal prosiga las reformas previstas a cambio de la ayuda internacional de 78.000 millones de euros concedida hace dos años.
La primera consecuencia de la crisis es que las tasas de interés que pagan los bonos de deuda portuguesa a diez años superaron el 8% por primera vez desde noviembre de 2012, antes de volver a caer, y la Bolsa de Lisboa perdió 5,31%.
El jefe del gobierno portugués, Pedro Passos Coelho, que la víspera aseguró en un discurso solemne que no tenía intención de dimitir, trató de ofrecer un aire de normalidad al viajar, como previsto, a Berlín para participar en una conferencia sobre el empleo juvenil.
Passos Coelho ha tratado de infundir tranquilidad a sus socios, al asegurar que va a lograr sacar al país de la crisis.
"He tenido ocasión de manifestar a todos los jefes de Estado y de gobierno aquí presentes mi confianza en que seremos capaces de superar las dificultades políticas en Portugal", dijo.
Tras la dimisión del ministro de Finanzas Vitor Gaspar, el lunes, el jefe de la diplomacia Paulo Portas dio un portazo el martes por no estar de acuerdo con la elección de la reemplazante de Gaspar, su antigua secretaria del Tesoro, María Luisa Albuquerque.
Passos rechazó la dimisión de Portas, número 2 del ejecutivo y jefe del partido conservador CDS-PP socio del Partido Socialdemócrata (PSD) en la coalición de centro derecha, en el poder desde 2011.
¿Hacia elecciones anticipadas?
"Estoy convencido de que será posible encontrar, en el seno de la coalición, las condiciones necesarias para garantizar la estabilidad del gobierno", dijo Passos Coelho en Berlín.
La coalición en el poder aseguró su disposición a negociar una salida a la crisis política. La dirección del CDS-PP designó a Portas para que con el primer ministro "encuentren una solución viable" para el gobierno de Portugal.
"El escenario que me parece más probable es el de elecciones anticipadas", dijo a la AFP la analista financiera Paula Gonçalves.
Una hipótesis que el primer ministro trata de descartar al afirmar que sus compatriotas temen más el resultado incierto de unas elecciones anticipadas que el propio programa de austeridad y de reformas.
Passos Coelho tiene previsto reunirse hoy con el presidente, el conservador Anibal Cavaco Silva, para encontrar una solución a la crisis.
Antonio José Seguro, jefe del Partido Socialista, la principal formación de la oposición, se felicitó por su parte de la audiencia "sumamente positiva" que el presidente, que en su mano tiene la posibilidad de convocar elecciones anticipadas, le ha concedido al final de la jornada.
"Tiene que haber elecciones anticipadas preferiblemente el mismo día que las elecciones municipales", previstas a finales de septiembre, dijo a la prensa al término del encuentro.
"Portugal debe dotarse de un gobierno sólido, coherente y que respete los compromisos europeos del Estado portugués", dijo mientras centenares de manifestantes desfilaban en las calles de Lisboa convocados por el Partido Comunista para reclamar, también, la convocatoria de elecciones.
La tormenta política ha vuelto a suscitar los temores de que Portugal se vea forzado a pedir un segundo paquete de ayuda, al igual que Grecia.