Jueves, 24 de Noviembre de 2011
Conscientes de la gravedad de la situación económica, acelerarán plan rescate.
A defender la “perennidad del euro” pero sin hacer cambio alguno al Banco Central Europeo aunque se modifiquen los tratados de la zona, como lo pretendía Alemania, acordaron Ángela Merkel, Nicolás Sarkozy y Mario Monti, los dirigentes de las tres mayores economías de esa región.
Francia y Alemania "harán propuestas en los próximos días para modificar tratados" de la Unión Europea (UE) para "mejorar la gobernanza de la zona euro y la convergencia de las políticas económicas", anunció Sarkozy al término de una minicumbre celebrada en Estrasburgo con los jefes de Gobierno de Alemania y de Italia para "acelerar" el plan de rescate de la eurozona.
La modificación de los tratados europeos era una de las exigencias que venía planteando Alemania para reforzar la disciplina presupuestaria de los 17 Estados de la zona euro y frenar el contagio de la crisis de la deuda soberana a otros países, en particular Italia y España.
Ese punto y el papel del Banco Central Europeo (BCE), que Francia insiste en ampliar, son los dos asuntos más polémicos entre los dos países vecinos, motores de la construcción europea.
La cancillera alemana mantuvo su posición al indicar que como "el presidente francés acaba de subrayar, el BCE es independiente y por lo tanto, eventuales modificaciones del tratado (de Lisboa) no conciernen al BCE que se ocupa de política monetaria y de estabilidad monetaria", sostuvo Merkel al término de la reunión de crisis.
Alemania rechaza que el BCE intervenga de forma masiva en el mercado de la deuda y también considera prematuro recurrir a eurobonos.
Francia estima que el BCE debería desempeñar un "papel esencial" en la solución de la crisis, por ejemplo, comprando grandes cantidades de deuda a los países más frágiles, para hacer bajar los intereses exigidos.
"Las tres primeras economías de la zona euro están determinadas a hacer todo lo posible para sostener y garantizar la perennidad del euro", empezó diciendo Sarkozy. "Somos conscientes de la gravedad de la situación", agregó el mandatario francés al cabo de esta minicumbre destinada a tranquilizar a los mercados y evitar un contagio de la crisis.
Convertido oficialmente en presidente del Consejo italiano el 16 de noviembre pasado, Mario Monti, ex comisario europeo que reemplazó al derechista Silvio Bersluconi en su país y que aprovechó esta minicumbre para volver a formar parte del grupo de los grandes europeos, confirmó a sus interlocutores que su país alcanzará "el equilibrio presupuestario en 2013".
Al borde de la recesión y con un desempleo récord, Italia -y también España- son objeto de violentos ataques de los mercados y la especulación financiera.
Europa justamente está a la espera de que el futuro presidente del Gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, elegido en las legislativas anticipadas del domingo con una aplastante mayoría en el Parlamento, y que asumirá después del 20 de diciembre, anuncie medidas para reducir el déficit.
Aunque los mercados abrieron en alza luego de tres días consecutivos de pérdidas, las malas noticias seguían cayendo sobre otra de las economías más frágiles de Europa.
La agencia de calificación financiera Fitch redujo en un peldaño la nota de Portugal, pasándola de "BBB-" a "BB+" con perspectiva negativa, el mismo día en que una huelga general perturbaba seriamente los servicios públicos y los vuelos comerciales en protesta contra las medidas de austeridad del gobierno de centro-derecha del primer ministro Pedro Passos Coelho./AFP