Durante este año, el Banco de la República deberá enfrentar dos desafíos importantes en aras de mantener la inflación en su rango de entre 2 por ciento y 4 por ciento. El primero proviene del alza del salario mínimo de 5,8 por ciento y el segundo de los efectos de la prolongada ola invernal.

El centro de estudios de Anif advierte que “los riesgos del rebrote inflacionario” continuarán mezclando elementos de demanda agregada impulsados por “un desborde en el ajuste del SML –salario mínimo legal- (a tasas cercanas al 6 por ciento frente a nuestra recomendación de un tope del 5 por ciento)”.
Producto de la concertación entre trabajadores y empresarios, el Gobierno decretó un incremento para el salario mínimo de 2012 de 5,8 por ciento que favorece a por lo menos 1,1 millones de colombianos.
Días después de conocerse la decisión de elevar en 5,8 por ciento el salario mínimo legal, el ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry explicó que dicho incremento estuvo dos puntos por encima de lo que había presupuestado el Gobierno del presidente Santos.
Dijo que cada punto adicional tiene un costo fiscal de 600 mil pesos, lo que indica que el incremento le significa al Gobierno una carga fiscal de 1,2 billones de pesos.
Anticipa Anif que para contener el rebrote inflacionario y mantener la inflación al final de año en un rango de entre 3,5 por ciento y 4 por ciento, el Banco de la República tendrá que echar mano de la tasa de interés elevando su nivel del actual 4,75 por ciento a 5,5 por ciento, para finales de 2012. Es decir que en los siguientes 12 meses el Emisor deberá subir los intereses en 75 puntos básicos.
De acuerdo con el informe de Anif, este pronóstico se daría para “un escenario de bajo contagio internacional, permitiéndole a Colombia crecer un 4,5 por ciento en 2012, frente al 5,5 por ciento que podría haberse observado en 2011”. En 2011, la inflación fue de 3,73 por ciento, por encima de la media de 3 por ciento esperada por el Banco de la República.
El gremio financiero resalta unas sanas finanzas públicas para este año. “No vislumbramos riesgos fiscales de envergadura para el año 2012”, augura.