LA REALIDAD es que al día de hoy no se ha podido dar un paso 50 días después de que el Gobierno y el Eln anunciaran un acuerdo para iniciar conversaciones formales para finalizar el conflicto armado. El proceso está entrabado por la exigencia del Gobierno que deje de secuestrar y libere a quienes tenga en su poder; en tanto que esta guerrilla aduce que no acepta imposiciones.
EL NUEVO SIGLO dialogó con conocedores de este tipo de negociaciones con el fin de establecer cuáles vías se podrían habilitar en este momento para desentrabar el proceso y lograr que la segunda guerrilla del país se siente a negociar con la administración de Juan Manuel Santos, como lo está haciendo en este momento las Farc. Estas son las propuestas que surgieron:
Gesto de buena voluntad
El analista León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación, consideró que en este momento el secuestro es el tema más “espinoso” en la negociación con el Eln, por ello piensa que se podría dar un primer paso si esta guerrilla da un gesto de buena voluntad con la liberación, por ejemplo, de las dos personas que tiene plagiadas en el Chocó, entre ellas el político Odín Sánchez.
“Con una liberación así y que baje la espuma del debate público sobre el secuestro, y que el Eln empiece a discutir seriamente la posibilidad de abolir el secuestro y entregar a todos los secuestrados, creo que pueden empezar las negociaciones porque de resto no se ha pactado un cese bilateral definitivo de las hostilidades ni el Eln ha intentado un cese unilateral de hostilidades”.
Valencia considera que la negociación con el Eln debe arrancar de forma inversa a como se hizo con las Farc. “Con las Farc empezaron por los puntos fuertes de discusión para llegar a un desescalamiento de la confrontación, luego un cese unilateral de hostilidades y por fin ahora un pronto cese bilateral. Por ahí debe comenzar la negociación con el Eln, dado que la guerra con las Farc ya terminó y ahora lo que se necesita es un ambiente más tranquilo para que las negociaciones con el Eln vayan por caminos más pacíficos”.
Reunión previa
Víctor G. Ricardo, alto Comisionado para la Paz durante el gobierno de Andrés Pastrana, dijo que “parte de la acción de gobierno es que se reúna con el Eln y les haga comprender que para la solidez de un proceso de paz y sobre todo para la generación de confianza en la opinión pública, es básico que, al igual como iniciaron con las Farc, se establezcan unos mecanismos que permitan que la gente cree credibilidad al no seguir secuestrando y al comprometerse a que durante las negociaciones no atentarán contra la población civil”.
Víctor G. Ricardo dijo también que es necesario que el Eln dé muestras al país que quiere verdaderamente hacer una negociación política del conflicto. “Y eso obedece a que por lo menos se comprometan a que no haya secuestrados, a que se liberen los secuestrados mientras se llega a la negociación de un cese bilateral del fuego o unilateral en el caso parecido a las Farc”.
Añadió que “creo que estas negociaciones cuando se trata de hacer en los medios de comunicación antes de lograrse un acercamiento, lo que se hace es buscar un alejamiento porque entonces vienen los puntos de honor, que evidentemente no es factible de negociar y discutir a través de los medios de comunicación”.
Presión militar
El general (r) Manuel José Bonnet Locarno, quien fue comandante del Ejército Nacional entre 1996 y 1997, dijo que “las propuestas de un gobierno normalmente son políticas, que dejen de esto, que se reúnan allá, que discutan una agenda. O sea decisiones y propuestas de orden político, pero el Gobierno tiene en su mano el poder militar de la Nación. Y ese poder creo que el Presidente de la República ordenó utilizarlo de manera intensa contra el Eln. Él personalmente lo dijo por todos los medios que se intensificara la campaña militar contra el Eln”.
Consideró que es la única forma en este momento de conducir a esta guerrilla a la mesa de diálogo. “El Eln hay que cortarle un poco las alas”. No obstante dijo que el problema para ello es que “no están aquí, están en Venezuela. Y todos los cabecillas de las guerrillas colombianas y de los movimientos armados ilegales están escondidos en Venezuela y en otros países vecinos. Pero la orden que dio el Gobierno es clara, hay que cortarle las alas, hay que intensificar la campaña militar y de inteligencia”.
Bonnet dijo que también hay que ver “qué hacemos con Venezuela, presionar un poco a Venezuela porque no podemos seguir con un vecino que dice que la hermana República, y que tiene allá acogidos a todos los cabecillas del narcotráfico, de la narcoguerrilla y del terrorismo”.
Humanización del conflicto
El copresidente de la Comisión de Paz de la Cámara, el representante Hernán Penagos Giraldo, dijo que para desentrabar la negociación con el Eln “lo primero es que se sienten a la mesa a verificar de manera precisa si es que el Eln tiene verdaderas intenciones de paz. Porque si eso es así, pues necesariamente hay que humanizar el conflicto antes de poder arrancar con una agenda clara y precisa. De lo contrario los colombianos no van a entender que se esté frente a unos diálogos y mientras tanto se esté secuestrando, extorsionando ciudadanos, asesinando civiles, y eso obviamente va en contravía y de alguna manera deja en una situación muy difícil la posibilidad de llegar a un acuerdo”.
El Parlamentario de La U propuso que esta reunión entre el Gobierno y el Eln se dé antes de que se inicien las conversaciones formales porque cuando esto último ocurra, “ya debe haber unos protocolos muy precisos de humanización del conflicto porque de lo contrario, insisto, esta negociación se puede dar al traste rápidamente”.