Comenzaron en Sudán del Sur negociaciones de paz | El Nuevo Siglo
Viernes, 3 de Enero de 2014

Los beligerantes en Sudán del Sur comenzaron negociaciones para intentar poner fin a un conflicto que podría llevar a la nación más joven del mundo al borde de una guerra civil.

Las delegaciones del gobierno y de los insurgentes se encuentran en un hotel de lujo de Adis Abeba, la capital de Etiopía, donde los dirigentes enemigos se reunirán por primera vez con los emisarios especiales de los países vecinos.

Sin embargo, los combates continúan en Sudán del Sur, donde el ejército prometió reconquistar a la ciudad de Bor, capturada nuevamente por las fuerzas rebeldes.

Las batallas que tienen lugar actualmente llevaron al principal responsable de la ayuda humanitaria de las Naciones Unidas, Toby Lanzer, a advertir que tanto los soldados como los guerrilleros deben proteger a los civiles y a los responsables de la ayuda, pues si no lo hacen se agravará una situación que consideró "crítica".

La embajada de Estados Unidos en Sudán del Sur ordenó una nueva retirada de su personal y pidió a todos sus ciudadanos que partan en un vuelo de evacuación que organizó debido al "deterioro de la situación de seguridad".

El ministro de Relaciones Exteriores etíope confirmó que las negociaciones habían empezado, agregando que el bloque de África del Este (Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, IGAD) que está intentando negociar un acuerdo "se ha comprometido a dar su apoyo en todas las formas posibles".

Algunas fuentes sugirieron que los representantes de los beligerantes no se reunirían directamente al menos hasta el sábado.

"Nosotros estamos participando en las conversaciones porque queremos la paz para nuestro pueblo aunque los grupos rebeldes no han aceptado un cese de las hostilidades", afirmó el gobierno sursudanés en un comunicado el jueves al anochecer.

Se teme que miles de personas hayan perdido la vida en los combates que enfrentaron a unidades militares leales al presidente Salva Kiir contra una imprecisa alianza étnica de milicianos y comandantes militares amotinados liderados nominalmente por el exvicepresidente Riek Machar.

Los enfrentamientos empezaron el 15 de diciembre, cuando Kiir acusó a Machar de tratar de dar un golpe de Estado.

Machar lo desmintió, acusando a su vez al presidente de llevar a cabo una violenta purga de sus adversarios.

La emisaria especial de las Naciones Unidas para Sudán del Sur, Hilde Johnson, dijo en Juba que era "positivo que estén enviando delegaciones", subrayando la urgente necesidad de una "reconciliación y un proceso de curación" después de la violencia.

Los civiles necesitan ayuda urgente

Unos 200.000 refugiados sudaneses --que escaparon a los combates en su propio país-- también se encuentran en una situación grave debido a que muchos empleados de organizaciones humanitarias que los ayudaban fueron evacuados.

Los enfrentamientos se han extendido a todo el país y los insurgentes se han apoderado de varios sectores en el norte, rico en petróleo.

Los responsables de la ayuda humanitaria insistieron que se corría el riesgo de que se agravase la crisis que afecta a los civiles en esta nación de casi 11 millones de habitantes.

"Todas las partes en el conflicto tienen la responsabilidad de asegurarse de que los civiles no se vean afectados por los combates", afirmó Lanzer, que coordina la ayuda humanitaria de la ONU.

"Pedimos a todas las partes que faciliten el acceso de las agencias de ayuda a los civiles, y que protejan y respeten las actividades humanitarias", agregó.

La misión de la ONU en Sudán del Sur (MINUSS) afirmó esta semana que "continúan las atrocidades" en este joven país, que obtuvo la independencia de Sudán en 2011 después de décadas de guerra civil./AFP