Los soldados sirios ayer contra los rebeldes para retomar el control de algunos barrios de Damasco y Alepo (norte), donde los insurgentes lanzaron una "batalla de liberación".
Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, más de 19.000 personas murieron por la violencia en Siria desde que empezó la rebelión contra el régimen de Bashar al Asad en marzo de 2011. La ONU dejó de contabilizar las víctimas a finales de 2011 y ahora es imposible establecer un cálculo independiente de muertos en el conflicto.
Las fronteras de Siria con Irak y Turquía han sido uno de los objetivos de los dos bandos combatientes estos últimos días. Los rebeldes controlan Bukamal, un puesto fronterizo con Irak, y tres con Turquía.
En ese contexto, el ejército turco reforzó su dispositivo militar en la frontera con Siria con el envío de baterías de misiles tierra-aire y vehículos de transporte de tropas a Mardin (sudeste).
En el plano diplomático, el comité de ministros de la Liga Árabe celebró anoche una reunión de seguimiento del conflicto en Siria.
Por su parte, el Estado de Israel, que considera que Siria dispone de armas químicas, indicó que no tolerará que se trasladen "armas avanzadas" sirias a Líbano y afirmó "vigilar" al movimiento chiita libanés Hezbolá para intentar evitar que se realice un traslado de este tipo.
En Damasco, donde el ejército recuperó posiciones tras la contraofensiva del viernes, las fuerzas leales a Asad lanzaron ofensivas en los barrios de Barzé (noreste), Ruknedin (norte) y Mazé (oeste), según los opositores.
En Mazé, un barrio exclusivo al oeste de la capital, los huertos son también escenario de enfrentamientos, según los opositores.
La agencia oficial Sana anunció que las tropas del régimen habían "limpiado" el barrio de Qabun (este) y matado o arrestado a un gran número de "terroristas", calificativo adoptado por las autoridades para referirse a los rebeldes y opositores.
La televisión pública negó que hubiera bombardeos de helicópteros en Damasco, como lo habían afirmado fuentes opositoras. "Esto carece completamente de fundamento, la situación en Damasco es normal, pero las fuerzas de seguridad persiguen a los terroristas por algunas calles de la capital con la cooperación de los habitantes", afirmó.
En el centro de Damasco, donde la circulación era fluida, los agentes de seguridad intensificaron su presencia, inspeccionando los automóviles y haciendo controles de identidad, según los habitantes.
La rebelión anunció el comienzo de "la batalla de liberación" de Alepo, la segunda ciudad de Siria, donde el viernes se abrió un nuevo frente, comprometiéndose a respetar a las minorías, entre ellas los cristianos y los alauitas.
En un vídeo colgado en YouTube, el coronel Abdel Jabar al Okaidi, comandante del consejo militar del Ejército Sirio Libre (ESL), formado por civiles y desertores, para la provincia de Alepo (norte), proclama "el lanzamiento de la operación para liberar a Alepo de las manos manchadas de sangre de la camarilla de Asad".
También ayer un diplomático del ministerio de Relaciones Exteriores turco indicó que otro general sirio cruzó la frontera para refugiarse en Turquía, llevando a 25 el número de oficiales de ese rango que han huido del conflicto.